Consiste en un plato en el que se sirve frío un huevo duro al que se le ha quitado la cáscara y se le ha recubierto en una mezcla de salchichas picadas finamente, recubierto de pan rallado, y puesto a freír. El plato fue inventado en la tienda londinense Fortnum & Mason, en el año 1738.[1] Contrario a la creencia popular no es un plato originario de Escocia. Los huevos a la escocesa se suelen servir fríos, acompañando por regla general a una ensalada y relish.
- 3 huevos
- 200 gramos de carne picada de ternera
- 2 pellizcos de orégano
- 2 cucharadas de postre de mostaza de Dijón
- 1 paquete de pan rallado
- Aceite suave de freír
- 2 pellizcos de nuez moscada
- Sal y pimienta negra al gusto
Pon un par de huevos a cocer y después reserva. Por otro lado, divide la carne en dos porciones iguales, aliña con las especias y amásala para que se impregne de todos los sabores, no olvides añadir como último la mostaza.Pela los huevos cocidos y aplana la carne con forma circular para envolver los huevos. Deposita un huevo sobre cada pieza de carne, agarra una esquina de la pieza de film y aprieta redondeando y formando una bola de carne rellena de huevoUna vez queden bien redondeadas ambas bolas, prepara pan rallado en un plato. Si te apetece, añade un poco de perejil picado y ajo en polvo. Bate el huevo con un poquito de sal y disponte para rebozar los huevos escocesesRetira el papel film de las bolas con cuidado de no deshacerlas. Pasa cada una por el huevo batido y luego por el pan rallado.Cuando el aceite esté caliente, introduce los huevos escoceses de uno en uno para que frían sin que se estropee la forma. Remuévelos con una paleta de madera y no los dejes más de un minuto consecutivo por cada lado. En total, déjalos freír por unos 4 minutos a fuego alto.Saca las bolas ya fritas y llévalas a un plato con papel de cocina absorbente. ¡Tus huevos a la escocesa estarán listos! Puedes acompañarlos con una ligera capa de lechuga en juliana y tus salsas favoritas para acompañar.