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Las humedades en cubiertas comienzan a ser habituales. Los temporales que estamos sufriendo en estos meses afectan en gran medida a la impermeabilidad y fijación de los materiales con los que están hechos las cubiertas de nuestras viviendas.
Las fuertes rachas de viento harán que cualquier defecto que haya en nuestras cubiertas se agraven, permitiendo la filtración de agua al interior y produciendo humedades en cubiertas.
Alguna de estas anomalías son sencillas de descubrir: desprendimiento de pizarras o tejas levantadas so evidentes, pero otras como la humedad en el interior provocada por goteras o manchas de humedad pueden pasar más desapercibidas.
Las goteras o manchas de humedad en las paredes suelen estar provocadas por filtraciones de agua que van empapando la estructura de nuestras viviendas hasta que llegan a manifestarse en el interior. Esta humedad permanece en nuestras viviendas durante todo el año, pero solamente en épocas de lluvias intensas conseguimos detectarlas. Esto no quiere decir que se eliminen en época estival sino que son menos fuertes y se hacen notar menos.
Si detectamos cualquier indicio de humedades en nuestras cubiertas que se traspasen al interior de nuestra vivienda debemos considerar el realizar una revisión de la misma por un profesional del sector que sabrá detectar el origen de la humedad y aplicar un tratamiento adecuado.
En ocasiones solucionar los problemas de humedades no es sencillo y además pueden confluir más de un tipo: humedades de condensación y filtración, humedades por capilaridad y filtración…
Por este motivo un profesional especializado en el tratamiento de humedades deberá de considerarse el primer paso para la solución del problema.