Revista Cocina
Los que me conocen saben que me encanta el hummus, desde que lo probé se ha convertido en uno de mis entrantes de picoteo favorito. He probado también el de pimiento rojo y era mi favorito, pero desde que probé este de aguacate, están los dos ahí ahí.
Sinceramente creo que no hay una manera mejor de comer garbanzos, sobre todo en verano, lo podemos llevar en un tupper y con unos colines o unas verduras cortadas (zanahoria, apio...), puede ser un tentempié maravilloso y vamos a aguantar hasta la hora de la comida sin tener que recurrir a algo que quizá no sea tan sano como lo que os propongo hoy.
Yo confieso también que tengo un problema con el aguacate, y es que me encanta en todas sus formas (de las que he probado), la mayoría de las veces forma parte de mi desayuno, sobre una tostada de pan integral con un poco de pimienta... delicioso y qué decir del guacamole... para mi otro vicio, no lo puedo remediar.
No me quiero enrollar más como vais a ver en la receta es muy fácil de hacer así que no tenemos excusa para comer bien.
¡¡A ponerse el delantal!!
Ingredientes- 1 bote de garbanzos cocidos.- 2 aguacates.- 1 diente de ajo.- El zumo de medio limón.- Una cucharadita de postre de cominos.- Sal- Aceite de oliva virgen extra.- Pimentón (yo en esta ocasión lo puse picante, pero esto es a vuestra elección)
Vaciar el bote de garbanzos y escurrirlo bien, lavándolos con un poco de agua.
Ponerlos en el vaso de la batidora. Pelar y quitar el hueso de los aguacates y echarlos en el vaso de la batidora junto con los garbanzos.
Añadir el ajo, el zumo de limón, la sal y los cominos y triturar todo bien hasta que sea una masa uniforme y no queden grumos.
Pasar al bol en el que lo vayamos a servir y espolvorear con pimentón y ponerle por encima un poquito de aceite de oliva.
Espero que os haya gustado.