Revista Coaching

Humor y liderazgo: ¿son compatibles?

Por Robertoc

Humor y liderazgo: ¿son compatibles?A finales de enero disfruté de un curso que impartió en Bilbao por Virginia Imaz sobre Liderazgo y Humor. En aquella ocasión organizaba el curso EDE Fundazioa y los días 21 y 22 de junio se impartirá en Vitoria, organizado por el CEIA. Si frecuentáis los congresos de innovación y este tipo de cosas, seguro que conocéis Virginia y sus famosas “clownclusiones”. Ella se presenta como payasa, que es a lo que se dedica. No se me ocurre nada más hacker (en el sentido ético que le da Pekka Himanen al término) que ser payasa.

El curso es sorprendente. Como otras veces, no desvelaré ningún secreto: tendrás que asistir

:-)
. La sensación con la que me fuí fue que esto del humor es una cosa muy seria. En el curso se habló mucho de emociones. No te enseñan a ser divertido (supongo que eso lo tienes que llevar de serie, no se si se aprende, quizá se pueda entrenar). Pero te dan pistas sobre cómo utilizar el humor de manera que te ayude como líder. El humor puede ser un arma legítima o ilegítima, y como tal, puede ayudarte a desarrollar tu liderazgo en una dirección constructiva o destructiva. Una buena pista para ir por la dirección constructiva: reirse de uno mismo. Y hay que tener cuidado y evitar que la pose nos lleve a la “tiranía del buen rollo”.

Hoy he repasado las notas del curso y, a partir de ellas y de mi experiencia personal, he buscado ventajas e inconvenientes de utilizar el humor como herramienta de liderazgo. Empezando por lo negativo, el que un líder utilice el humor tiene inconvenientes evidentes. El primero lo dijo Virginia: la gente espera que seas “un tío serio”. Si te estás partiendo el culo constantemente no puedes ser serio y no confiaré en ti mis inversiones, ideas, empresa, equipos, proyectos (rellénese con lo que proceda). Otro problema es que la gente (sobre todo, si acaban de conocerte) no entiende tu actitud: ¿se está riendo este tío de mi?. No me río DE ti, me río CONTIGO. Existe, entonces, el riesgo de que el humor no funcione como facilitador de la comunicación, sino lo contrario. La otra persona, si no está acostumbrada a tratar con líderes que usen el humor, necesitará un tiempo extra para descubrir en ti una persona sincera, que usa el humor para facilitar la conexión. O quizá este tipo de líder deba ser consciente de esa dificultad, y dosificar el uso del humor al comienzo de una relación. Y esto me lleva a otra conclusión: el humor, como herramienta de comunicación, produce resultados en el medio plazo, no en el corto. Por último, el humor no es fácil de usar, y hay unos límites muy fáciles de sobrepasar. La pista que da Virginia de reirse de uno mismo es muy útil, ya que eso no va a ser malinterpretado por la otra persona. Y, en todo caso, no podemos movernos fuera de los límites de lo políticamente correcto.

Me ha quedado muy largo el párrafo de los inconvenientes. A ver cómo lo arreglo ahora con las ventajas. La primera ya la dijo Virginia: es una herramienta que facilita la comunicación. Si en nuestra vida personal usamos el humor, y nos funciona, ¿por qué no hacerlo en la vida profesional? Igual también nos resulta útil. Además es mucho más divertido hacer las cosas con humor: al trabajo deberíamos ir a divertirnos (y a otras cosas, claro). Y creo que esto de divertirnos en el trabajo nos lleva otra vez a la ética hacker (aunque Himanen habla de pasión, más que de diversión). El humor te va a permitir también marcar tu propio estilo de liderazgo, diferenciándote de una mayoría de líderes que prefieren el modelo “seriote”. Si el humor es una fortaleza en tu vida personal, ¿por qué no desplegar esa fortaleza en la profesional? Y por último, algo muy importante: yo veo el humor como una herramienta preventiva de conflictos. Virginia decía que debe ser una actitud, y no una pose. Es decir, es algo natural y presente permanentemente en las relaciones entre personas, que facilita la comunicación, que crea un ambiente distendido en el que probablemente el conflicto no surja tan fácilmente como en un ambiente más tenso.

¿Qué otras ventajas e inconvenientes puede tener el uso del humor para desarrollar tu liderazgo? ¿Son mayores las ventajas o los inconvenientes?

La foto se la he robado a Topaleku


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