"La hipersomnia suele comportar una gran disfuncionalidad para quien lo padece, disminuyendo sus capacidades y rendimiento tanto a nivel laboral como personal y social" *
Los subgéneros del terror convergen hacía híbridos que algunas veces potencian los entramados narrativos o por lo menos los recursos audiovisuales, sin embargo, cuando no se definen los límites de los mismos, o por el contrario la obra se convierte en una lucha de ideas y convencimientos, no sólo le restan al trabajo sino a la misma forma del audiovisual, y esto es lo que termina "creando" el director argentino Gabriel Griego, una mezcolanza de subgéneros que van desde el giallo italiano hasta el slasher , sin lograr encajar en algo específico, cayendo en un surrealismo vano, y en una resolución aún más errática. Grieco, especializado en el cine de medianoche o de fantasía/ ci - fi, ha participado en diversos festivales, en los que ha recibido premios y nominaciones en diversas categorías; además de su papel como director, también es actor y conductor de un programa de TV, relacionado al cine y la música. El guión, redunda en la influencia de los subgéneros, quedándose sólo en ese aporte, como un homenaje vacío y de poca trascendencia; que sí bien parte de una premisa interesante, cuestionando la realidad, a la final es una mera excusa para un guión enredado, mal trabajado, de lugares comunes, y escenas gratuitas de sexo y violencia. La historia construida sobre un eje central que es Milena, una joven aspirante a actriz, que cuando consigue el papel, empieza a tener una serie de sueños, conexiones o planteamientos sobre su realidad que derivan en los más diversos giros argumentales, que pasan del surrealismo "lyncheano" al thriller "serial killer", pasando por muertes propias del Giallo, o las conexiones mentales cronenbergianas y demás, a la cuales, el director/guionista nunca las decodifica y hace propias, sino más bien parece un mal collage de secuencias copiadas y organizadas de la mejor manera. Eso sí, si el transcurso de la obra es medianamente coherente con el discurso, el final no sólo rompe con la "lógica" de la ésta, sino con lo que se planteó desde el guión o la premisa o hasta el título de la misma.Aunque el trabajo fotográfico por parte de Rodrigo Pulpeiro, es uno de los puntos más fuertes, en algunos pasajes se ve forzado o artificioso - en el mal sentido -, porque se rompe con la coherencia visual de la obra. Siguiendo con este punto, la puesta en escena o demás elementos visuales, aunque bien elaborados técnicamente, y los que más aportan a la obra, también son los que más se ajustan a la artificialidad marcada por lo narrativo.De la música no vale la pena hablar, bandas de rock, que poco o nada tienen que ver con el argumento o demasiado saturadas para al estructura de la misma.Otra de las paradojas con este trabajo, es que sí bien tiene unas secuencias muy bien editadas y solucionadas desde el montaje, su misma estructura no es concreta y hasta incoherente, que sin restarle al trabajo de montaje, si pierde fuerza en su organización.Pero si en algo peca esta obra, es en su actuaciones, principalmente su protagonista, que lo hace mal por partida doble; sin negar que los personajes, además de su evidentes estereotipos, están mal construidos y desarrollados en la obra, un ejemplo es el novio de la protagonista, o los secuestradores.Aunque evidentemente no me gustó este largometraje de terror, la primera parte es atrapante y hasta sólido en su atmósfera, sin embargo, esto cambia, cuando la historia intentan volver a su estado más naturalista, donde guión, actuaciones y lógica se pierden en un vacío conceptual y argumental. *https://psicologiaymente.com/clinica/hipersomnia