Es probable que el retorno más mediático que se ha producido en el mundo del deporte sea el de Michael Jordan a sus Chicago Bulls en 1995. Su sentencia quedó para la historia: I´m back, he vuelto. Este periplo es contado en el interesante y popular documental The last dance, intrahistoria, altamente recomendable, al mayor honor de su protagonista.
A unos escalones de la fama del legendario jugador de baloncesto, Fernando Alonso ha anunciado recientemente su retorno, no sólo a la Fórmula Uno, sino a la escudería junto a la que alcanzó la gloria, Renault, que, según transcurre la presente temporada, se encuentra esperanzadoramente bien posicionada para que los éxitos puedan repetirse de la mano del fantástico piloto asturiano.
En el planeta fútbol las experiencias en los retornos de futbolistas que salieron a conocer mundo son variopintas y, a continuación, expondremos algunos de los ejemplos que recientemente hemos vivido en la competición española.
Resulta incuestionable que debamos empezar por una de las relaciones que mayor rédito ha sacado en el nuevo enlace contractual. Zinedine Zidane y el Real Madrid decidieron volver a unir sus destinos tras un breve descanso de menos de 300 días. Una entidad como el Real Madrid no podía permitirse ser paciente con el trabajo del ahora entrenador de moda, Julen Lopetegui, y, tras el paso de Santiago Solari, Zidane volvió al tomar las riendas del primer equipo y, con él, los títulos, una Súpercopa de España y La Liga del Covid recientemente conquistada. Su labor queda levemente empañada por una campaña discreta en Europa, pero la estabilidad ha retornado, junto con el franco argelino a la casa blanca.
Un equipo con un buen bagaje en los retornos de ídolos emigrados es el Sevilla, con la vuelta de Ivan Rakitic caliente, existe un buen número de buenas experiencias al respecto y los nombres de José Antonio Reyes, Éver Banega o el infatigable capitán Jesús Navas son claros exponentes de que no siempre las segundas partes son malas. Con la reciente Europa League, en la que los dos últimos rindieron homenaje al primero, se rompe con el engañoso tópico.
Sin embargo, respecto al club de Nervión y, desafortunadamente, una situación extendida entre la mayoría de los equipos de La Liga, existe un punto de vista diferente, el de los jugadores de cantera cedidos. Bryan Gil, Alejandro Pozo y una de las grandes revelaciones de La Liga, Carlos Fernández, parece que han vuelto para volver a marcharse. Cuesta encontrar hueco en la entidad para los valores de la cantera y, desgraciadamente, parece que tendrán que buscar nuevos retos lejos de la Carretera de Utrera.
Joaquín, en la presentación tras su retorno (Fuente: besoccer.com)En el Betis, un celebrado retorno fue el de Joaquín. En un proyecto que parecía ambicioso, el transcurso de las temporadas lo acercan a la retirada sin que parezca que se pueda repetir la gesta de lograr un nuevo título con el club de su vida. La segunda temporada con Quique Setién, en la que el Betis se ilusionó avanzando en las copas, fue lo más cerca que el gaditano estuvo de volver a levantar un título con el Betis. Esta temporada se ha cerrado el regreso de Montoya mientras suenan nombres, sorprendentes, como el de Rubén Castro o el complicado, por las partes intervinientes, caso de Ceballos, que parece haberse cerrado en falso en las últimas horas, aunque el jugador pareciera encaminado a un futuro próximo en Heliópolis.
Pero si hay un club que apostó por el retorno de sus figuras en la temporada pasada, ese fue el Celta de Vigo. Con un retornado, feliz y consolidado Iago Aspas, convertido en líder del equipo, la configuración de la plantilla se completó con los Rafinha, Denis Suárez o Santi Mina, sin embargo, esta plantilla no funcionó e hizo que el Celta navegase sobre aguas turbulentas durante toda la liga pasada, ni siquiera la llegada de Nolito como refuerzo popular en las últimas jornadas sirvió como revulsivo. El Celta, recordemos, se salvó en el último minuto del último partido. Una de las primeras incorporaciones para la temporada que viene es la del talentoso, pero ausente Emre Mor. No parece buena idea continuar por esta senda.
Así pues, algo tan humano como volver a aquel lugar en el que naciste o triunfaste, futbolísticamente hablando, no te asegura ni el éxito ni el fracaso, ni la alabanza, ni la crítica, ni siquiera sirve para sentirte más cómodo o arropado. Porque aunque vuelvas al mismo club, no vuelves al mismo equipo y la sombra del juicio somero siempre pende sobre el hijo pródigo, lejos de lo que pueda indicar la parábola. El fútbol no entiende de parentescos, sino de entrega y acierto.
Ahora que Messi tiene decidido desafiar al Barcelona y abandonar La Liga, vuelve Ronald Koeman como entenador, tras sus vivencias, rotundamente triunfante como jugador y bastante más gris como asistente de Louis van Gaal. Regresa con una papeleta complicada, pero un reto apasionante. Reflotar a un portaviones que va la deriva, de cuya proa ha saltado su mejor marinero y cuyo capitán no despierta de un letargo innato. Koeman se está deshaciendo de los mayores, los Luis Suárez, Vidal o Rakitic. Lionel Messi se ve solo sin ellos.
Silva, un viejo rockero que llega a la Real Sociedad (Fuente: antena3.com)Mientras La Liga interviene para intentar evitar lo inevitable, a cuenta gotas, vuelven viejos rockeros a animar el mercado más aburrido de los últimos tiempos. David Silva, con 34 años y mil veces laureado, llega a la Real Sociedad de San Sebastián a hacer olvidar al joven de 21 años Martin Odegaard, Negredo (35) llega al Cádiz a aportar todo lo que le quede, como ya hiciera Soldado en el Granada el año pasado o Cazorla en el Villarreal. Al Betis llega Bravo a defender la cuestionada portería verdiblanca.
Parece que la pérdida de poder económico está generando una diáspora de estrellas que menoscaban la liga española en favor de la Premier, como mayor competencia. La Liga disfrutó, y sufrió, a dos de los mejores futbolistas de todos los tiempos. Aunque sus estelas aun brillen, sin duda lo hacen con menor fulgor y sus pasos hacia otras latitudes deberían ser aprovechadas por las estrellas en ciernes que se están cuidando en nuestras canteras o que aun no han explotado totalmente como Joao Félix, Dembelé o Vinicius. Igualmente se espera una Liga más igualada en la que, además de los dos de siempre, Atlético, Sevilla, Villarreal y alguno más sean capaces de robar protagonismo al duopolio.
Quizás la probable huida de Leo Messi sea la oportunidad para que vuelva aquello por lo que muchos suspiran. Una oportunidad para pelear La Liga. Para cuando ésta se dirima, esperemos que se haya producido el regreso que más deseamos, el del público a los estadios. Así sea.