I Was A King lo tienen clarísimo, ellos quieren ser los Teenage Fanclub de mediados de los noventa. El grupo noruego confirma lo que ya vimos en su dos anteriores obras, y nos entrega otra colección de canciones que bien podrían pasar un disco de los escoceses.
Aunque de vez en cuando intentan engañarnos con alguna rayada (Unreal o Here To Stay), lo de imitar el indie-pop de Norman Blake y compañía se les da bastante bien. A simple vista lo que hacen no tiene mucho merito, al fin y al cabo solo están calcando algo que ya han hecho muchos grupos antes, pero algo de talento hay que tener para que te salgan melodías tan buenas como las de The Wylde Boys, Echoes o Someone Is Waiting.