Artista: IAH
Álbum: II
Año: 2018
Género: Post Rock
Duración: 38:49
Nacionalidad: Argentina
Los argentinos IAH regresan con otra ronda pesada en su nuevo álbum, quienes lso conocen ya saben de sus familiares riffs espaciales pero que ahora logran desplegar un sludge / Post-Metal, dándole un sonido más pesado a su música. Esos sonidos estaban en su álbum debut pero quizás no tan fuerte como este. IAH ha tomado influencia de bandas como Pelican y Russian Circles, y aquí despliegan un enfoque bastante mastondóntico ya que optas por centrarse en su faceta más pesada.
El álbum fluye magníficamente de principio a fin, ya que IAH tiene un enfoque claro y definido para cada canción contenida en el álbum.
Para ponernos al día con los lanzamientos locales del año pasado (2018), uno de los que resonaron en el éter con más ímpetu fue el del trío IAH, que luego de un debut auspicioso se proponía mantener la vara tan alta como la habían dejado tan solo un año atrás con su placa homónima. Como si se tratara de una continuación, que de hecho lo es, el nombre que lleva su flamante trabajo es precisamente el de su orden cronológico, “II”. La simplicidad del título es consecuente con el arte de tapa también, así como con todo lo que tiene que ver con su obra, simpleza y elegancia sobre todo, íntegramente instrumental. Con los conceptos claros y presto a despegar, los segundos comienzan a fluir con “El Silencio del Agua”, y la magia ocurre instantáneamente, el universo de IAH se despliega ante tus ojos sin necesidad de aguardar a que el humo haga efecto en el sistema nervioso. De manera minimalista, un sutil fraseo de bajo reverbera en el espacio con armónicos incluidos, simple como un mantra, igual de efectivo. Efectos de guitarra de fondo se van colando para consolidarse en punteos cargados de delay cuando entra la percusión para luego de un par de vueltas por el cosmos dar paso al riff. El mismo irá in crescendo endureciéndose de manera vertiginosa, distorsionada y poderosa. Un corte brusco vuelve a retrotraernos al clima del principio con variantes en las melodías que los muestra con predisposición al “cuelgue” si se quiere. El ciclo se repite nuevamente con el pasaje distorsionado para coronar con la melodía principal. Impecable manera de abrir y de continuar con la misma tónica en “HH”, como si se tratara una extensión del anterior, sólo que aquí el componente metálico aparece tempranamente, empuñando riffs más grooveros, con reminiscencias a Pelican o Russian Circles. Nuevamente la dinámica se ve drásticamente interrumpida para ahondar en medios tiempos psicotrópicos. Las subidas y bajadas son constantes, intercalando segmentos pesados como los descriptos con punteos Gilmoureanos. Luego el final en seco deja en offside al oyente entregado al fragor del headbanging. “Nihil Novum” se acerca más a lo que nos habían mostrado en su primer trabajo, destacando un solo con aires progresivos ni bien empezado el tema. Sin embargo, mediando el mismo el rigor metálico vuelve a hacerse presente, pero sólo como pasaje, como para no perder el hilo de lo que veníamos escuchando, ya que luego vuelven a la idea principal, con un notable trabajo en los parches de José Landin, que va construyendo y deshaciendo rítmicas de forma exquisita, siendo en definitiva lo que termina dando el toque de distinción a dicho track, el más corto del álbum dicho sea de paso. Algo parecido ocurre para “La Niña del Rayo”, la melodía de guitarra se acerca a lo hecho en su debut, simple e hipnótica, con los efectos indicados para elevar al oyente a donde su mente esté dispuesta a llevarlo. Luego el Groove y el fuzz se aprovechan de la situación de vulnerabilidad para sacudirlo e introducirlo en un viaje más turbulento, donde nuevamente la batería es la que crea las variantes atmosféricas para que esto suceda. Superadas estas zonas de turbulencia, el corte abrupto ya característico nos lleva a la calma absoluta con la guitarra de Mauricio Condon tirando magias, creando otra de esas melodías que se te quedan grabadas en el subconsciente para luego tornarse riff, coronando un final de los más heavys de la placa. “Pri” sigue el mismo camino, con una complementación entre guitarra y bajo excelente, a base de arpegios y punteos que se entrelazan dibujando en el aire delicados entramados melódicos de notable belleza, como si de una pintura paisajística se tratara. Luego, el obligado pasaje distorsionado lleva consigo cierto tufillo a djent, al menos en la técnica, lo que contrasta notablemente con las atmósferas construidas hasta el momento y con las que va alternando. Otro recurso muy bien utilizado que suma riqueza a la obra y que realza los siguientes fragmentos en los que el bajo de Juan Pablo Lucco Borlera o la guitarra de Mauricio toman las riendas de la armonía. Llegando al final del viaje propuesto el tema elegido es “Sheut”, con un tono más oscuro, cercano al Sludge, con un poderoso riff para arrancar cabezas de los que se suelen escuchar en ciertos pantanos del norte. Sin embargo luego se sumerge en aguas límpidas logrando otro de los contrastes a los que a esta altura ya nos tienen acostumbrados y que son prácticamente una fórmula. Inmejorable arribo al final del viaje, el cual como suele ocurrir cuando algo es bueno, se pasa volando, literalmente. La producción a cargo de Mariano Carnerero es impecable, con un sonido prístino y una mezcla equilibrada que permite no perder detalle de las distintas texturas que componen el lienzo cósmico de IAH, en lo que también tiene que ver Mariano Dinella a cargo de la masterización. Además, que la grabación haya sido en vivo (en 440 Estudio) habla mejor aún de las bondades de este trío, pues tal lo que se escucha en el estudio es lo que se escucha en sus presentaciones en directo, con interpretaciones ajustadas y precisas, hábil empleo de sus instrumentos y de los efectos, más un sensible manejo de los climas. La música de los cordobeses ha sabido traspasar las fronteras de la provincia por mérito propio, y eso es algo a destacar, pues las puertas por estas latitudes siempre están cerradas para las bandas que imponen sus propias reglas, sin depender nada más que de su calidad musical, compositiva y profesionalismo, posicionándose en muy poco tiempo como un referente por estas latitudes en cuanto a su estilo, tal como sucedió con Toundra en España por ejemplo, con un paladar parecido a la hora de desplegar su propuesta. Y ya que mencionamos el estilo, cada vez los límites del mismo se hacen más difusos, ganando así en personalidad, con un espíritu inquieto a la hora de experimentar en dosis justas, sin abusar y sin descuidar el sentido final de la obra, que en definitiva es transmitir sensaciones, pintar paisajes, transportar conciencias. Igualmente las influencias están a la vista, o al menos personalmente me recuerdan a My Sleeping Karma principalmente, Ampacity, Naxatras, Pelican, Russian Circles entre otras. “II” es la confirmación de que su primer trabajo no fue una casualidad, que IAH es una realidad con un futuro generoso a la vista musicalmente hablando, claro está, y que podemos esperar en sus próximas producciones seguir remontándonos a la estratósfera para desde allí elegir el lugar donde queramos ir sin necesidad de naves espaciales...Juanlón
Un álbum que imagino estarán escuchando durante mucho tiempo. IAH merece todos los aplausos que reciban, y no pueden quedar fuera del blog cabezón.
Si ya con su primer trabajo IAH apuntaba maneras en esto de conjugar psicodelia espacial con sonidos pesados en su segunda entra “II”, nos confirman que no era un espejismo. Un disco en el que queda de manifiesto la facilidad para cambiar de escenario sonoro sin que los temas se quiebren.denpafuzz
Calmadas aguas psicodélicas que generan remansos de paz meciéndose con suavidad que se violentan con pesados riffs Stoner de tintes metálicos que enturbian su sonido para regresar al sosegado punto de partida. Esa es la constante que se repite en su nueva entrega.
Una inquebrantable línea de bajo, y una susurrante guitarra se entremezclan en espacios cercanos al post-rock en “El silencio del agua”. Psicodelia y post-rock unidos en momentos de gran belleza sonora con protagonismo de unos elegantes solos de guitarra en hipnóticos momentos. Una relajante narración de atractivos paisajes sonoros.
“Hh”, (curioso nombre para un tema, que no alcanzo a descifrar su si gnificado) con un volumen bajo en su instrumentación la banda nos ofrece pasajes drone, en una calma que se rompe con esos portentosos riffs que transitan por brillantes espacios de psicodelia pesada que me recuerdan a Causa Sui. Los logrados arreglos se conjugan con solidez y una aparente fragilidad en reparadores desarrollos de guitarra. La ecuación perfecta de los espacios heavy-psych. Súbitamente, la fuerza desaparece para retomar el sosiego reparador. Es difícil de reflejar con palabras algo que uno debe de percibir por sí mismo con una escucha del tema. La pesadez versus lo liviano. Una fórmula atrayente y cautivadora, que nos seduce masajeándonos para cual fisioterapeuta incidir en el punto débil con contundencia, consiguiendo el alivio.
Si la tendencia a los sonidos post-rock es evidente en IAH, en “Nihil noum”, lo es más todavía. Bellas armonías redentoras salen de las cuerdas de la guitarra de Mauricio Condon, en una banda que no quiere renunciar a la pesadez. Con momentos grises en sus surcos, que ondulan desde el silencio al estruendo de los momentos más plomizos y metálicos de sus riffs, sobre preciosistas melodías.
Nuevamente, partiendo de postulados post.rock de corte espacial, “La niña del rayo”, IAH crea conmovedoras atmósferas más allá de lo humano. Un sonido que parece venir de lejanos universos en los que la belleza se reparte con sabiduría. Con una estructura más repetitiva, el tema se enmarca en los estándares post-rock, sin faltar a su cita con los momentos desérticos, ni el misterio de su pesada psicodelia.
Siempre bajo ensoñadores espacios de belleza singular se trasmutan en “Pri” a momentos post-metal inmersos en densas atmósferas instrumentales. Toda una montaña rusa que acaricia techos doom y se aplaca en esos vastos territorios post-rock con maestría.
El disco lo cierran nuevamente con calmados escenarios en “Sheut”, donde impera un enigmático misterio que se diluye por la fuerza de los poderosos ritmos Stoner.
Pueden escuchar el disco desde su espacio en Bandcamp:
https://iahbanda.bandcamp.com/album/ii
Y agradezco públicamente a neckwringer por todas estas maravillas!
Lista de Temas:
1. El Silencio del Agua
2. HH
3. Nihil Novum
4. La Niña del Rayo
5. Pri
6. Sheut
Alineación:
- Juan Pablo Lucco / Bass
- Mauricio Condon / Guitar
- José Landin / Drums