El Ibex pasa por momentos complicados y se dispone a testear zonas de soporte importantes, donde una pérdida de las mismas generaría un deterioro en la serie de precios del selectivo a tener, cuanto menos, en consideración.
El gráfico del Ibex.
Un primer nivel que haría saltar las alarmas en el corto plazo serían los 7.612 puntos, que suponen mínimos relativos previos y confirmación de ruptura de la directriz alcista de corto plazo.
Más abajo, el miedo se generaría con una pérdida de niveles de cotización entorno a los 7.200 puntos, originando una figura de vuelta en el medio plazo digna de ser contemplada y valorada para deshacer posiciones en cartera de forma permanente.
Malas sensaciones aparecen al observar un Ibex con máximos relativos decrecientes, por tanto, para mejorar la estructura técnica, desearía superar niveles de 8.125 puntos en el Ibex.