`Ice Age´-una película de animación imprescidible-

Ya vamos por la tercera entrega y probablemente acabemos viendo una cuarta en un futuro más bien próximo. Sobre todo porque cada una supera a la anterior en recaudación. “Ice Age” no presumió en su momento de tener una animación increíble. Es más, muchos criticaron que no llegaba a la altura de otras producciones (mencionar a “Pixar” sería algo obvio). Sin embargo, como suele pasar muchas veces, no hizo falta que la técnica fuese imprescindible para mostrar una aventura entretenida, entrañable y divertida. Con personajes que dejaron al público ensimismado y (para bien o para mal) esperando porque la cosa no acabara ahí y siguiesen estrenando más películas sobre ellos.

“Ice Age” tiene bastantes puntos a su favor para estar en el panteón de las mejores películas de animación de las últimas décadas. Sobre todo por la imaginación que mostraron los guionistas y el buen hacer del director.

Era, sino me equivoco y refiriéndome a una película animada, la primera vez que nos situaban en la edad prehistórica. Pasando olímpicamente de la actualidad y mostrando cómo sería la vida de las distintas especies animales que poblaban el mundo en esos lejanos días.

En primer lugar tengo que destacar que hay algo en lo que soy muy crítico en cuanto a una película animada se refiere. Miro con lupa a los personajes secundarios. Es decir, muchas veces nos meten con calzador a los bromistas, graciosetes y divertidos compañeros del protagonista, y acaban siendo sosos, anodinos e insípidos a más no poder. Es una regla no escrita, pero en las superproducciones de turno siempre suelen estar ahí. De ahí que lo que vi en “Ice Age” me convenció de principio a fin. Tan sólo el perezoso de nombre Sid podría entrar en esa categoría, ya que Diego (el Dientes de Sable) y Manfred (el Mamut) provocan los momentos divertidos por sus diálogos o situaciones concretas. En las secuelas ya sería otro cantar, pero este no es momento para hablar de ellas.

La historia tenía su puntillo original. Y es que nuestros protagonistas se unen por diversas razones pero con un objetivo común, una niña humana acaba perdiendo a su  madre por culpa de un ataque de los Dientes de Sable. De ahí que Manfred y Sid (aunque en principio a regañadientes) acaban haciéndose cargo de ella y buscando alguna tribu humana para dejarla con ellos. El tercero en discordia, Diego, se une a ellos, formando un peculiar grupo, aunque con intenciones nada bienintencionadas, ejerciendo de espía de un grupo de Dientes de Sable y esperando el momento oportuno para revelar su verdadera naturaleza y traicionarlos.

Es por ello que las situaciones, los diálogos y las relaciones entre ellos y la bebé humana, lleguen al corazón del espectador. Notando desde el principio que está ante una película divertida, graciosa y derrochando humor por los cuatro costados.

Hay muchas escenas especialmente destacables, pero habría dos o tres que me llegaron al fondo de mi corazoncito. Precisamente las más entrañables a mi parecer.

Una de ellas, la que suele derramarme más de una lagrimita cuando la veo, sería la que protagoniza Manny (acompañado de Manfred y Diego). En un momento concreto descubren unas pinturas rupestres (aunque ese nombre se lo pondríamos nosotros miles de años después) en las cuales se ve como los humanos dan caza a una familia de Mamuts. Durante toda la película se nota que Manfred no tiene buena opinión de la raza humana, y ahí está la explicación. Ya que esas pinturas cobran vida y relatan el asesinato de sus padres por culpa de la raza humana. Solamente con enseñar los ojos del personaje, recordando ese momento,  se demuestra un altísimo nivel de dramatismo digno de elogio, algo que muchas veces no consigue una película tradicional por mucho que los actores lo intenten.

La otra escena a destacar sería cuando Diego, todavía encubriendo sus verdaderas intenciones, es salvado por Manfred de una muerte segura. En ese momento se da cuenta (el Mamut le dice que “Hay que cuidar de la manada” –o una frase parecida-) de que precisamente los de su raza distan mucho de lo ahora mismo estaba viviendo. Y es que el personaje de Diego es uno de los puntos fuertes de la película, ya que evoluciona bastante desde que empieza la película hasta que llega el final. Algo que también ocurre con Manfred (quizás el que mantenga una postura constante sea Sid, siendo el elemento más divertido o bufonesco de tan extraño trío).

Y la tercera escena imprescindible para mí, sería cuando Diego vuelve, al final de la película y dado por muerto, con lo que ahora sí sería su peculiar familia. Realizando un gesto que había hecho con anterioridad a la bebé humana. Simplemente genial.

Pero no podría acabar sin comentar uno de los puntos fuertes y que en cierta manera más se ha exprimido en la saga. La ardilla Scrat. Esa loca (aunque sea del género masculino) ardilla que nunca puede alcanzar o retener su adorada bellota. Tanto en los trailers, extras de DVD o en la película (protagonizando escenas concretas), su presencia se hace imprescindible. Un derroche de humor e imaginación que no dejó indiferente a nadie.

En fin, que si por alguna extraña razón no habéis visto esta película ya podéis ir corriendo a visionarla. Porque entre toda la miríada de títulos de animación que nos han llegado en los últimos años, “Ice Age” está en lo más alto del podio por derecho propio.

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Fdo: Snake