Si te sientas ante la pantalla y tecleas en nuestro querido Google “Ideas Originales para mi boda” te saldrán tropecientos mil resultados con tropecientas mil ideas. Algunas te parecerán originales, otras no, unas te enamorarán a este lado de la pantalla y otras te parecerán lo más cutre del mundo… Cuestión de gustos. La cosa es que, sea como sea tu gusto, seguro que son más de una o de dos las ideas que te enamoran y que quieres que formen parte de tu día.
Photocall, Candy Bar, Buffet de Postres, Cigar Bar, Libro de Firmas, Árbol de Huellas, Barra Libre de Maquillaje, Recenas del McDonalds, Rincón de la Cerveza…. Y estas son sólo algunas de las opciones que te pueden aparecer. Desde fuera, puede parecer que en el mundo de las bodas se nos ha ido todo de las manos y ya no sabemos que más añadir a una boda para ser “la mejor boda del mundo”. Puede ser. incluso puede ser que alguna que otra boda se convierta en un parque temático con tanta “atracción” por la que pasarte. Tanta que al final hasta te puedes olvidar de que estás en una boda.
A mi me paso. Yo me metí en Internet y cosa que veía, cosa que quería. Todo, todo y todo. Lo apuntaba en una lista y recuerdo que un día al enseñársela a mi madre me dijo “Si hija si, tú pon todo esto y no te olvides de preparar flyers con el mapa porque la mitad de la gente nos vamos a perder”. Y ahí me di cuenta de que se me estaba yendo la boda de las manos literalmente.
No quería flyers, no quería que aqullo fuese un parque de atracciones ni que los invitados se sintieran como en un Gymkhana teniendo que pasar diferentes pruebas así que tocaba seleccionar y así hacer una boda con ideas originales pero sin saturar. Además, nuestro presupuesto lo iba a agradecer.
¿Cómo seleccionamos cuáles de aquellas ideas se quedaban con nosotros y cuáles no? al final fue fácil y creo que usamos un buen método que quizás os pueda ayudar a alguna novia que se encuentre en la misma situación.
Nos quedamos con las que más decían de nosotros. ¿A qué me refiero? A pensar con la cabeza. Las bodas y los detalles son para los invitados pero también para los novios. ¿de verdad quería poner un Cigar Bar si ninguno de los fumamos y el padrino iba a dar un puro a cada invitado? ¿De verdad quería un árbol de huellas cuando a mi lo que de verdad me gustan son las palabras? ¿De verdad quería un buffet de postre y que mi abuela (que la conozco) comiera hasta reventar y correr la uerte (o mala suerte) de que algún invitado se quedara sin probar su postre favorito? Así que, haciéndonos y respondiéndonos estas preguntas y muchas más encontramos esas ideas que harían nuestra boda más original y más nuestra.
Ese es el truco: hacer una boda muy vuestra, que transmita vuestros gustos, vuestra personalidad y entonces, todo eso se transformará en originalidad y llegará a los invitados. Y así, sin apenas darte cuenta habrás logrado crear “la mejor boda del mundo” porque sí, la mejor boda del mundo es esa que está compuesta por todo el amor del mundo y esos detalles originales que dicen tanto de vosotros.
Y no te vayas muy lejos, porque dentro de nada prometo darte ideas para hacer tu boda más vuestra.