El hojaldre está bueno, pega con todo y encima se puede hacer en casa. Es una masa que ha estado presente en la cocina desde hace muchos siglos. Se ha usado para dulces exquisitos y para aperitivos salados.
Pero para qué podemos usar el hojaldre. Es un elemento muy versátil, que pega tanto con dulce como con salado. Aquí van algunas ideas:
Empanada con bacon y dátiles. No hace falta mucha pericia para esta receta. Se necesitan dos placas de hojaldre. Sobre la de abajo iremos colocando bacon, queso, aceite y dátiles (sin hueso). Se pueden hacer varias capas. Por encima se pondrá otra capa de hojaldre y se meterá al horno hasta que esté dorada la masa. Rico, fácil y barato. Ideal para reuniones de amigos.
Palmeritas. Son un vicio. Una vez se prueban, no se puede dejar de coger una tras otra. Junto a un cafecito sientan muy bien. Haced la masa y ponedle azúcar. Después conseguir la forma de palmerita y al horno. Para que queden ricas, ricas, pasadlas por un plato de azúcar cuando aún estén calientes. Así habrá un efecto glaseado. Otra opción es ponerles una cobertura de chocolate.
Saquitos de trigueros. Otra idea sencilla es hacer unos canapés en forma de saquito. Los podéis rellenar de mil cosas. Una propuesta que queda muy resultona es poner en su interior esparragos trigueros, jamón serrano y pesto verde. Una mezcla con mucha intensidad.
Pastel de manzana. Un postre muy resultón y clásico en muchas casas. Un poco de manzana cortada en capas finas, mantequilla, azúcar y canela. Si tenéis tiempo podéis preparar también una crema casera para que sea toda una delicia.
Saladitos. Os pueden sacar de un apuro en más de una fiesta, ya que son fáciles de preparar. La cuestión es envolver un producto con el hojaldre. Los más habituales son los de sobrasada, atún, chorizo, salchichas… Haced pruebas a ver cuál es el que más gusta.
¿En qué usáis vosotros el hojaldre? ¿Nos dais alguna idea?