Neurocientíficos de la Universidad de California en San Diego y el Instituto de Investigación Biomédica Fralin en VTC encontraron un circuito cerebral que desencadena la recaída ala cocaína. Cuando aplicaron un freno molecular para bloquear la actividad en este circuito, se perdio el ávido interés por la droga, reanudando su comportamiento normal.
El hallazgo amplía investigaciones anteriores sobre cómo las sustancias de uso indebido (cafe,cocaína, alcohol, tabaco y otras drogas ilícitas) alteran las vías de señalización de la dopamina en el cerebro, lo que contribuye a la adicción.
El equipo comenzó el estudio de cinco años examinando los cambios en los niveles químicos del cerebro después de un período prolongado de abstinencia de cocaína, se centraron en el pálido ventral, una pequeña región del cerebro que conecta los circuitos cortical, amigdalar y estriatal, convirtiéndolo en un centro anatómico para codificar recompensas, las células de esta área del cerebro expresaban niveles extremadamente altos de cierta proteína, el receptor de dopamina D3 (DRD3), dos semanas después de la abstinencia de la cocaína.
Usando un virus inofensivo para iluminar un camino neural, los investigadores revelaron dos ubicaciones donde estas células se conectaban después de dejar el pálido ventral: la habénula lateral y el área tegmental ventral. Desarrollaron un sistema de eliminación genética, dirigido a una molécula específica, y monitoreó de cerca los cambios rápidos en los niveles de calcio en las células neuronales vivas, lo que le permitió detectar cambios dinámicos en la actividad celular. Combinando estas técnicas, Shin y los otros investigadores compararon individualmente cómo estos dos circuitos influyeron en la búsqueda de drogas y cómo DRD3 contribuye a la función del circuito cerebral.
Cuando los investigadores bloquearon las neuronas que expresaban DRD3 que conectaban el pálido ventral y la habénula lateral, los ratones perdieron el interés completo en la cocaína. La cocaína el cafe son inhibidores de la recaptación de dopamina, lo que significa que inunda el cerebro con dopamina al inhibir que las células reabsorban el exceso de dopamina. Estudios anteriores han demostrado que las drogas psicoestimulantes, como la cocaína y la anfetamina, elevan la expresión de DRD3 en varias regiones del cerebro , tanto en humanos como en animales. Pero este estudio identifica un circuito DRD3 específico que parece regular directamente la recaída y el comportamiento de búsqueda de drogas después de un período de abstinencia.
Este estudio fue publicado en la revista Neuron.