Identificar el arquetipo junguiano gracias al Tarot

El Tarot Vivencial que desarrollamos en esta web bebe mucho de los arquetipos junguianos.

Como os expliqué en un post anterior, los arquetipos junguianos son las “esencias” psicológicas que conectan con nuestra personalidad, de ahí que detectarlas y trabajar en torno a ellas sea un ejercicio beneficioso para solucionar nuestros bloqueos.

El arquetipo junguiano correcto

El proceso para conocer nuestro arquetipo gracias al Tarot requiere cierto esfuerzo de análisis. También de honestidad.

En mi caso, durante muchos años me identifiqué con un arquetipo que resultó ser el equivocado. En parte, esa confusión nacía del propio arquetipo que, en su manifestación, tendía a negar la realidad y, en especial, trataba como rasgos positivos aquellos que, con el tiempo, nunca lo fueron.

Pero el autoengaño es algo natural cuando entra en juego la psique humana, así que lo importante en este caso fue la voluntad de llegar a nuevas conclusiones y no quedarse por la primera lectura.

El siguiente paso que di en la búsqueda de mi arquetipo a través del tarot fue la consulta a un libro que desde este momento recomiendo, Jung y el Tarot. Un viaje arquetípico, de Sallie Nichols. En esta obra se analizan las conexiones entre la cartomancia y la psicología de Carl Jung.

Meditación y arquetipos

Una vez más, el mejor método de conectar con nuestro arquetipo es la meditación. Por eso, insisto en que cada día toméis una carta del tarot y la observéis detenidamente durante unos minutos. No solo conectaréis más con su simbolismo evidente, también estableceréis relaciones inconscientes que luego os ayudarán a identificar el arquetipo que os representa.

También hay que decir que no existe una correlación 100% exacta entre los arquetipos de Jung y las cartas del Tarot. Existen matices que nosotros mismos hemos de cubrir con el ejercicio de la meditación.

Identificar el arquetipo junguiano paso a paso

Tras la meditación, recomiendo anotar nuestros principales rasgos de personalidad en una hoja. Un rasgo por faceta, como el trabajo, el amor, la amistad, etc.

Aunque parezca sorprendente, es probable que muchos de ellos sean ideas preconcebidas, ya sea por el entorno o por la sociedad en sí. A medida que avance la exploración identificaremos los que nos representan de aquellos que no.

Algunas personas serán eficientes en el trabajo, pero desafortunadas en lo romántico. Otras demostrarán facilidad para las amistades de por vida mientras que otras para establecer simples contactos.

Contrastar la información obtenida

Una vez anotados los rasgos, echemos mano del manual que acostumbra a resumir las características de cada carta. Buscaremos el arcano que más se aproxime a nuestras respuestas.

Existe la posibilidad de que surjan diferentes arcanos por rasgo, pero como trabajamos con varios, sumaremos al final los que más se repiten para decidir el principal.

Que nos centremos en un rasgo no quiere decir que nuestra personalidad excluya otros, pero en este ejercicio nos centraremos en el dominante.

Establecer un diálogo entre arquetipos

La siguiente fase es establecer diálogos con el resto de arcanos. Uno a uno. Anotaremos la impresión general que estos despierten en nosotros, así como lo de acuerdo que estemos con sus premisas. Podemos ordenar nuestros pensamientos con una tirada de cartas en forma de círculo donde el arcano que representa a nuestro arquetipo se sitúa en el centro.

Aquí nos daremos cuenta de si el arcano seleccionado en primera instancia es el correcto. Por ejemplo, imaginad que hemos escogido la Luna como arquetipo, pero al confrontarla con el Loco, el caos que lo gobierna nos inquieta, incluso estamos en desacuerdo. Esta percepción no sería propia de la Luna, más bien del Emperador, así que, quizá, nuestro arquetipo esté más relacionado con este último.

La primera ronda de conversaciones descartará a muchos arcanos, siendo más fáciles de identificar aquellos próximos a tu personalidad.

No te agobies queriendo identificar el arquetipo junguiano en la primera tirada. Como ya dije, es un trabajo concienzudo y es posible que requiera más de un lanzamiento de cartas. Una vez intuyas que la carta es la correcta, pasaremos a incorporarla en nuestras reflexiones diarias.

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Fotografía por Ashley Batz

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