Este año, en todos los cross en los que he participado ha estado involucrada la universidad de una u otra forma.En enero participé en el Campeonato Andaluz de Cross Universitario como miembro del equipo de la UMA, y ahora, 11 meses más tarde, volvería a participar en uno, corriendo el cross que precisamente mi universidad organiza.El año pasado por estas fechas estaba renqueante todavía, y entre la condromalacia y el accidente de bicicleta ya fue un milagro finalizar la V Maratón de Málaga, mi PMP (peor marca personal) hasta la fecha, por lo que pese a estar inscrito en la segunda edición del cross, no podría participar.Este año, el VI Maratón de Málaga había sido increíble para mi, finalizando por debajo de 3 horas por primera vez hasta la fecha (con un tiempo real de 2:54:43), sin apenas entrenamiento tras el Reto 360º Solidarios y sin nada de preparación específica; llegaba muy motivado al cross.Sabía que no era ni mi terreno ni mi prueba ideal, pero los 5.620 metros me permitirían correr a tope junto a un montón de atletas promesas y senior de gran nivel, y dado que en menos de 24 horas estaría participando en la rapidísima Carrera del Pavo de Benalmádena, sería un test idóneo.Tras buscar aparcamiento y llegar a la pista, me dirigí a recoger mi dorsal, ya mentalizado en lo que tenía ante mi: 1 vuelta a la pista y 5 al circuito natural que rodea las instalaciones deportivas universitarias.
El circuito azul sería al que me enfrentaría, en 5 vueltas...
No me considero rápido en absoluto, pero me gusta mucho la estrategia de carrera, y en una prueba a 5 vueltas, aunque fuesen cortas, podrían pasar muchas cosas...El ambiente en la prueba era fenomenal, desde primera hora habían estado participando los peques, y poco a poco se iban sucediendo categorías de todas las edades; era una prueba para toda la familia.Al primero al que me encontré fue a Adri Cantos, "capi" del equipo de Cross de la UMA desde hace varios años, que pasó a la carrera ya que pronto correría su chica.
Entre otros componentes del que fuimos equipo de cross de la UMA este año estuvo también Teresa, campeona sénior de la prueba, y tuve la suerte de saludar y reencontrarme con multitud de atletas, compañeros y amigos.
Entre ellos, Eva Villalba, con quien coincidí en el Máster de Investigación en Actividad Física y Deporte, y su marido, que me conoce de las carreras.
También estaban varias personas "clásicas" en las pruebas del atletismo popular malagueño, como la mujer de Manuel, conocido también como Manuel el corredor (hoy por motivos laborales no podría acudir, su retoño ocuparía su lugar en esta ocasión), o Jesús, de La Foto del Runners.
Ángel Carmona, con quien tuve el honor de recorrer los primeros kilómetros de la segunda etapa del Reto 360º Solidarios, realizaba la labor de Speaker, y los jueces de la federación se encargaban del cronometraje, tenía todos los ingredientes para salir bien.
El ambiente previo a la salida de la última oleada del cross
El tiempo estaba siendo impecable durante las primeras oleadas de atletas, demasiado caluroso quizá, pero poco antes de dar comienzo la última oleada de la jornada, que unificaba a corredores promesas, seniors y universitarios, el cielo se nubló; casi mejor, la temperatura era perfecta para correr ahora.
Como es habitual en mi desde hace varios meses, correría con huaraches, en esta ocasión, con las Nunche 2 de Pies Sucios, y ya varias personas se habían acercado a preguntarme, curiosas, como era correr con ese tipo de calzado.
Ángel nos llamó a línea de salida y me pegué un par de sprints para entrar en "materia".
Es curioso como, sobre todo en pruebas rápidas, cada corredor experimentado tiene su ritual... algunos calientan, otros estiran, otros dan saltitos, otros miran al infinito con cara de concentración... y cuanto menos tiempo falta para dar la salida, más se repiten esos rituales.
Nunca me he parado a pensar si yo tengo el mío propio, pero me gusta dar un par de carreras cortas y sobre todo, saltos, ya que me ayudan a elevar rápidamente la frecuencia cardíaca.
Me puse en línea de salida tras Adri, que casi me dobla en Itálica, y tras el pistoletazo intenté abrirme un hueco por donde correr.
La salida fue rapidísima, completé el primer 400 en 1:04 (lo sé a posteriori, apenas miré el reloj durante la prueba, y más para ver las pulsaciones que el ritmo), y ya habían pasado una docena de corredores por delante de mi.
Sonará extraño, ya que he pasado más de un lustro en la UMA, pero pese a ser corredor, nunca he corrido por el circuito natural, hoy era la primera vez.
"Recogí" a dos corredores durante la primera vuelta, muy contento ya que tenía a la vista un grupo de 4 corredores bastante compacto, y a la cabeza de carrera, de 6 corredores algo más separados, dentro de mi campo de visión.
Aun quedaban 4 vueltas, no había prisa, si tenía que cogerlos los cogería...
Subiendo la rampita en la esquina derecha del circuito me entró un chino en el pie izquierdo, con tan mala suerte de que al coger la curva en lugar de salirse, como suele pasar, lo pisé y se me metió en medio del talón.
Traté de sacarlo sin éxito variando los apoyos mientras alcanzaba a un corredor joven del Marbella, pero como tenía el talón en tensión, más me dolía al apoyar, así que traté de olvidarme de él y me relajé, notando un alivio instantáneo en la pisada.
En la segunda pasada por las pistas de pádel me entró un segundo chino en el mismo huaraches (ya es mala suerte), pero estaba concentrado en pasar al siguiente corredor, que cayó antes de pasar por el grupo de jueces que indicaban las vueltas restantes.
Comenzaba a notar como podía apretar más, pero no terminaba de correr cómodo sabiendo que tenía los guijarros dando vueltas por el pie.
Se me puso un corredor de los "Kenyatas" a tiro y me olvidé de todo en el lapso de tiempo que me llevó alcanzarlo; ya teníamos un grupo de cabeza de 4 corredores, con dos corredores de azul (Adri entre ellos), un Primeguis y un corredor que no identifiqué, una pareja, y perdiendo fuelle otro corredor.
En el comienzo de la tercera vuelta alcancé al rezagado, y tras pasar por los túneles, a los otros dos corredores, ya estirados.
Me sabía en quinta posición, y el grupo de cabeza estaba al alcance... pero me comenzó a molestar bastante el talón del pie derecho al llevar los chinitos dando vueltas tanto rato, así que, y en vista de que comenzábamos a doblar corredores (y perdí las referencias...), nada más comenzar la cuarta vuelta y en cuanto tuve un hueco, paré un segundo a sacármelos.
Muy aliviado, me acerqué al corredor que acababa de adelantarme por el parón brusco, y le expliqué lo de los guijarros antes de apretar el paso, muy cómodo ahora.
Bajé en esa cuarta vuelta el promedio que llevaba en las vueltas anteriores, que había aumentado vuelta a vuelta tras la primera, y esquivando a los corredores que ya doblaba, en grupo en algunos puntos, realicé una última vuelta aun más rápida.
A mediación creí haber adelantado al cuarto clasificado, pero no estaba seguro del todo, y como en el último giro por las pistas de pádel se me metió un nuevo chino en el mismo pie, decidí parar en la entrada a la pista para sacármelo.
Tenía a un corredor alto de los de azul a tiro, pero prefería acabar cómodo en la vuelta final a la pista, y aunque a falta de 200 metros llegué a pensar que podía cogerlo, tampoco sabía si iba cuarto o quinto, y lo que sabía seguro es que mañana competía de nuevo; mejor guardar ese cartucho por si me hiciese falta...
Llegué a meta y paré el crono, mientras Jesús capturaba mi entrada en meta, y me dirigí a buscar a Adri, que si no había ganado, poco le había quedado...
Estaba contento, encadenó una mala racha de lesiones, pero finalmente se había alzado ganador, sin haber podido entrenar con mucha continuidad.
Para mi fue un placer enorme haber podido competir tan "cerca" de él, nunca llegó a ser un objetivo (aunque esté más rápido que nunca, soy realista en mis metas), pero hubo momentos durante la carrera en los que realmente pensé que haciendo un poco más de pista, podría plantarle batalla en futuros Cross, aunque no son mi especialidad.
El segundo clasificado fue José Antonio Luque, el chico Primeguis con quien ya coincidí en la VII Legua Nocturna San Bernabé, donde casi le alcanzo en la entrada a meta.
Joaquín Casado, independiente, fue el chico al que no pude alcanzar en la pista.
Las clasificaciones salieron rápidamente, y pude comprobar con orgullo mi tercera posición como universitario.
No esperaba hacer podio en absoluto, por lo que me acerqué a la taquilla para avisar de que llegaría más tarde a almorzar, y tras beberme un Aquarius y comerme un paquete de frutos secos comenzó Ángel a organizarnos para la entrega de premios.
Fue un placer compartir podio con dos grandes como Adri y José, no soy mucho de pruebas cortas, pero me gustaría repetir en el futuro y poder coincidir con ellos de nuevo.
Tras despedirme de mis compañeros y amigos me dirigí a casa, muy contento, y con ganas de correr de nuevo en unas pocas horas, esta vez, en el Pavo.
Como siempre, me despido con los que son, a mi juicio, los puntos fuertes y a mejorar de la prueba:
Lo mejor-Siempre es bueno que se fomente el deporte, y más en edad universitaria, donde muchas personas, bajo la presión de los estudios y el atractivo de la vida universitaria aparca el deporte a un lado; por suerte, la UMA siempre apuesta por el deporte saludable y esta prueba es buena muestra de ello.
-La prueba estaba incluida dentro del programa "Navidades Solidarias", colaborando con la recogida de alimentos para Cruz Roja; se aunaron solidaridad, salud y deporte en una gran mañana de atletismo para todas las edades.
-El circuito estaba medido al milímetro, y dio bastante de sí, pudiendo, sin hacerse cansino, realizar un Cross de cierta distancia en el que, salvo las vueltas finales y debido a los doblajes, corrimos muy cómodos.
A mejorar-Por sacarle algo a una organización impecable, las camisetas a los chicos que subimos al podio fueron de talla única (XL), que personalmente me queda enorme; salvando este detalle no veo donde más se podría mejorar.