Revista Viajes

III Guerra Carlista en la Sierra Norte de Guadalajara

Por Larami

Tras la revolución de 1.868 (La Gloriosa), los carlistas formaron una red social afín a su ideología. Fundaron la Asociación de Católicos (su presidente fue Juan Catalina García) y la Juventud Católica, que en 1.871 editó el periódico “El católico alcarreño”. Para actuar libremente se convirtieron en partido político, la Junta Católico-Monárquica.

III Guerra Carlista en la Sierra Norte de Guadalajara
Con la declaración de la III Guerra Carlista (1.872) aparecieron partidas en la Sierra Norte: Negredo, Alcolea del Pinar, … como sucedió en la primera. Para combatirlas, en 1.873 el gobierno nombró un fiscal militar en Guadalajara, que las desbarató una a una; sus efectivos dispersos se unían a otra nueva partida que era disuelta con rapidez. Al final se marcharon como voluntarios al ejercito carlista.

III Guerra Carlista en la Sierra Norte de Guadalajara

General D. Angel Villalaín

Angel Villalaín formó partida en Galve de Sorbe y apoyado por sus paisanos, se hizo fuerte en el castillo y efectuó incursiones por el valle del Henares y la Sierra del Altorey. Atienza fue protegida por 2 cañones situados en las troneras realizadas al efecto en la muralla (entre Santa María y la Trinidad). Acosado por los isabelinos, se retiró de Galve tras volar el castillo.

Dando un rodeo atacó el castillo de Sigüenza (defendido por guardias civiles) que no pudo tomar. Luego pasó al Señorío de Molina, siendo nombrado general en el verano de 1.873 y comandante militar de Cuenca y Guadalajara. El 5 enero de 1.874 atacó por sorpresa Sigüenza llevándose 200 fusiles. Siguió batallando por la provincia y el Maestrazgo hasta su muerte en la batalla de Villahermosa, un año después.

III Guerra Carlista en la Sierra Norte de Guadalajara
El carácter serrano del general Angel Villalaín quedó reflejado en esta anécdota que contaba el general Oliver: “Villalaín tenia un caballo y un macho muy fieros a los que cuidaba y quería como a sus hijos. Instantes antes de morir lo encontré a pié y muy triste porque se los habían matado en la batalla”. Cuando murió, su ayudante recuperó su cadáver y lo llevó a la grupa hasta Mosqueruela donde le dio sepultura.

Durante los años 1.874-75 también hubo varias incursiones rápidas de tropas del coronel Santés y del general Marco Bello desde Aragón, pero apenas dejaron huella en la sierra.

Lar-ami


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