Resulta que estamos de mudanza, bueno en realidad es mi hermano quien lo está. Se va a la que era la casa de mi abuela en el casco antiguo y cada uno estamos poniendo nuestro granito de arena en esta reforma low cost.
A mi me llegó el turno con la costura como no. La idea era dar una segunda vida a unos sofás que iban a tirar unos amigos. Así que aprovechamos el viaje cuasi obligatorio para comprar esta tela en ikea a muy buen precio.
La verdad es que las fundas que tenían estaban hechas polvo y cada una era de una madre así que, una vez completada la expedición Ikea, solo faltaba descoser una de las fundas (sin ninguna pena) para sacar el patrón y ponerse a coser.
Así que tras un fin de semana entretenido de costura y una vez acabados y montados le dimos un toque final con unos cojines y listo!!
Con esto espero poder cerrar el taller de costura hasta agosto para volver a coger entonces el vestido que me estoy haciendo para la boda de mi prima.