Con el título ‘La otra carta’ Ikea ha puesto en marcha una curiosa campaña que sigue la estela de su spot navideño reivindicando unas navidades diferentes, sencillas y auténticas. Sobre estas líneas podéis ver el spot en el que un niño muestra a dos mujeres que pasean su regalo de Navidad, un simple molde para hacer galletas gingerbread. Las dos mujeres se sorprenden pero no saben lo que da de sí el molde y la diversión que gira en torno a él, aunque lo más importante es que gracias al molde, puede vivir unas maravillosas navidades en compañía de sus padres y abuelos.
Como decíamos, La otra carta de Ikea sigue la estela y mensaje de este spot que parece haber calado bien en la red, basta con decir que en menos de dos días ya ha logrado casi 140.000 reproducciones en YouTube. En este segundo vídeo se lleva a cabo un experimento realizado con diez familias reales, se pide a los niños que escriban la carta a los Reyes Magos, todos saben qué juguetes quieren pedir.
Tras escribir la carta, se les pide que escriban otra carta pero esta vez a sus padres, se les pregunta qué es lo que les pedirían por Navidad. Todos se quedan pensando dubitativos y seguidamente empiezan a escribir, parece que han pensado bien en lo que les quieren pedir. Las cartas son entregadas a los padres y parece que existe unanimidad, los niños reivindican que sus padres estén más tiempo con ellos, hacer más cosas en familia, que se les haga más caso, cenar en familia, que se les lean cuentos, jugar con ellos….
Se puede decir que es un reflejo de lo que ocurre actualmente en la sociedad, los padres no pasamos tanto tiempo como deberíamos con nuestros hijos. Los padres se emocionan, algo lógico ya que lo que piden los niños son cosas que necesitan, cosas que los padres en ocasiones parecen obviar por otras preocupaciones, trabajo y otras cuestiones. Los progenitores declaran que no les sorprende que sus hijos les pidan que les dediquen más tiempo, no se puede sustituir el tiempo que podemos pasar con los niños por juguetes, no les llena el vacío que se genera por la falta de contacto con los padres.
Seguro que muchos de vosotros os sentiréis identificados con la situación, siempre pensamos en dar lo mejor a los niños, educación, juguetes, ropa, etc., pero se olvida lo más importante, darnos a ellos. El experimento de Ikea no acaba aquí, a los niños se les pregunta que si sólo pudieran enviar una de las dos cartas, cuál enviarían. Parece que la respuesta es unánime, enviarían la carta dirigida a los padres, esto es algo que delata realmente lo que necesitan. Los juguetes son importantes para el desarrollo, pero más lo es el contacto y el tiempo que se pasa en familia.
Que no nos desamueble la cabeza la Navidad, nada como el hogar para volvérnosla a amueblar.
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Ikea: La otra carta