Hermosamente adornado con miles de luces, brinda a los visitantes una oportunidad de vivir un mercado de Navidad diferente: rodeado de naturaleza. Además, es indiscutible la atmósfera relajante y romántica del jardín, alimentada por los maravillosos aromas de las plantas. Por cierto, la energía consumida es cien por cien de producción renovable.También en Berlín, la avenida Unter den Linden (Bajo los Tilos), ya celebra con la iluminación encendida, este primer domingo de Adviento, 2 diciembre 2018, en espera de la llegada de la Navidad.
Hoy, muchas familias en Alemania encienden la primera de cuatro velas que calentarán los domingos hasta la llegada del Niño Jesús, la cena que cada familia celebrará el próximo 24 de diciembre.En este período festivo y eminentemente navideño, las luces siempre alegran las ciudades.
Así lo entendieron también en Stuttgart, la sexta ciudad de Alemania y capital del estado Baden-Wurtemberg, cuya economía gira principalmente en la industria, donde destaca la fábrica de Mercedes Benz cuyo museo es uno de los atractivos más visitados.
El mercadillo navideño de Stuttgart fue el primero oficialmente documentado en 1692, por lo que es uno de los mercados más antiguos de Europa. Schlossplatz, la mayor plaza de la ciudad, ubicada frente al Palacio Nuevo, se ha montado una instalación de luces que alude a distintos motivos relacionados con la historia de la capital de Baden-Wurtemberg.
La reina del "Glühwein"
- En ningún mercadillo navideño puede faltar el vino caliente con especias, el Glühwein. Y, desde hace algún tiempo, este vino tiene una “reina”. La de 2018 es Jordis Schweigstill, de 20 años, coronada este martes en Tréveris. La estudiante asegura que no se trata solo de una bebida dulzona cualquiera, sino que también se hace con vinos de calidad. Y esa es la clave del sabor.
- El "Niño Dios" de Engelskirchen
- En la foto, una mujer vestida de "Niño Dios" lee las cartas de los niños en la central de correo de Engelskirchen, en Renania del Norte-Westfalia, donde se reciben pedidos navideños de 60 países. Todos los años llegan alrededor de medio millón de cartas a diferentes oficinas de correo alemanas; en ellas se reflejan listas de los deseos de niños de todo el mundo que no solo son juguetes, sino que también mencionan con frecuencia otros muy concretos como sus deseos de paz en el mundo, el tema de los refugiados, el terrorismo etc.
- F.J. de C.