En diciembre gasté el contenido de mi hucha #pam2 cumpliendo una ilusión que tenía (aquí contaba lo que era y para que la quería).
Tenía muchas ganas de tener una sesión fotográfica de los peques, de esas buenas rematadas. Tengo que reconocer que un par de amigos han hecho fotos preciosas de mis hijos. Javi y Antonio, son nuestros reporteros más preciados pero no está bien abusar de los amigos.
Hace tiempo puse mis miras en una sesión de fotos con Pelayo Lacazatte, fotógrafo asturiano al que admiro mucho, mucho, mucho, hasta contacté con él. Encantador en el trato cada vez que se acerca a Madrid me avisa a ver si me viene bien ir a hacernos la sesión y nunca hemos coincidido… qué pena.
En el camino, sin llegar a poder encontrarme con Pelayo, en marzo del año pasado, conocí a Lucía en el taller de chalk paint que hice con Neus. Nos sentamos juntas, charlamos sin parar durante el taller, me pareció maja y muy creativa. No tenía ni idea de quién era, ni a que se dedicaba, hasta que Neus hizo referencia a las fotos de sus hijas en la nieve. La Lucía sentada a mi izquierda era Lucía Marcamo de Lucía M Photography, habida leído de ella en blogs y visto sus cara en fotos de algunos de los eventos que se hacen en Madrid junto con blogueras de las que yo seguía.
Volvimos a coincidir en el evento de Madresfera de junio y charlamos unos minutos. Aquí, ya sabía yo perfectamente quien era y me había enamorado perdidamente de sus fotos, de sus sesiones, de su arte… ya seguía su blog, su instagram y todo lo que publicaba… ya rondaba la idea en mi cabecita. Y este encuentro me “calentó”. Yo quería fotos de mis hijos hechas por Lucía.
Y no me pude resistir, meses después contacté con ella para encargarle mi sesión de fotos familiar, en principio yo solo quería fotos de los peques pero alguna en familia tampoco estaría mal. Me hacía mucha ilusión tanta como para ser mi #ilusiónextrema, hashtag que tanto le gustó a Lucía cuando le escribí por twitter.
Cruzamos correos, hablamos por videoconferencia, fijamos la sesión para el fin de semana del cumple de papá, y… ese fin de semana, los dos peques malos y temporal en Madrid. Operación fallida… Pero tenía que ser así para que nuestra sesión fuera al final tan especial como fue:
Puente de Diciembre, Parque de El Retiro de Madrid, día especialmente soleado con esa luz tan espectacular que tienen las mañanas de invierno, los peques contentos de jugar en el parque que tanto les gusta, mamá les ha dicho que ha quedado con una amiga suya (en ningún momento nombre las fotos ni la cámara), algún que otro tira y afloja entre ellos y acabamos con Nana enfadadísima con el mundo y dispuesta a poner a su madre de los nervios de pensar que no salía ni en una sola foto…
Pero Lucía tiene mano con los niños, mucha psicología y mucha paciencia… empieza con Momo, se lo gana, lo conquista con su sonrisa y sus juegos y el niño se rinde a su cámara, posa, juega, salta…, me tranquiliza a mí…
Las pompas de jabón gigantes dieron mucho juego y han quedado fantásticas a través del ojo y el objetivo de Lucía
entre medias, le hace guiños a la peque, la tienta, la prueba…
Lucía retrata de forma natural cualquier momento de la mañana sin que te sientas “observado” por su cámara
con sus juegos y carantoñas consigue meterla en las fotos con su hermano y saltando montones de hojas va pasando la mañana… comemos pipas, palomitas…
Mi hija, lista como es y tan “suya”, en algún momento se da cuenta de que le están venciendo y vuelve a su pose enfadada esa que tan ensayada tiene y que Lucía también captó
si hay alguna foto que refleje fielmente lo que es mi princesa es esta, esencia pura jajajajaja
pero su falda de tul, el maravilloso Palacio de Cristal y el arte y buen hacer de Lucía la llevan a sacar la princesa que lleva dentro, su magia y todo su encanto, derrochando a cada momento todas sus armas de seducción.
Soy una princesa, este es mi palacio y hoy es el baile real
Gira, gira, gira
Tras casi cuatro horas de paseo por el parque acabó nuestra mañana con Lucía y varios contratiempos han retrasado un poco el momento de ver las fotos pero llevo dos semanas que no paro de “babear”, de mirarlas fotos y volverlas a mirar, de enseñarlas a familiares y amigos (a los demás os dejo con la miel en los labios). Tengo que elegir las que imprimir y me siento incapaz, las quiero TODAS.
Mi “santo” sale guapo que se rompe en varias de ellas y hasta yo, que no me gusto nada nada nada ni al natural ni en retrato hay alguna que miro con buenos ojos.
Tengo, gracias a Lucía, un recuerdo para siempre de esta etapa de mis hijos, de mi familia. Tengo obras de arte que los recogen a ellos, a mis príncipes.
De Lucía, que más decir, que es una profesional de los pies a la cabeza, , que hace unas fotos preciosas de bebés recién nacidos, de familiar o grupos de amigos… eso ya se ve solo dándose una vuelta por su web pero tras tratar con ella, tras nuestra sesión, puedo añadir que es una enamorada de su trabajo, que le encantan los niños y que ella les encanta a ellos, que tiene algo de hada, de amiga, de tita estupenda que los lleva a sacar sus juegos, sus emociones y sus brillo delante de esta “extraña” que diez minutos después de llegar es ya parte del grupo.
GRACIAS LUCÍA así con mayúsculas por este precioso recuerdo no solo el de las fotos, sino de la mañana que pasamos contigo.
y como regalo, “el cazador cazado”, Lucía Marcamo en acción.
Va vestida de colores oscuros y se entiende viéndola trabajar, creo que no quedó variedad de hoja o tierra que no se pegara a su chaqueta, jijiji.
Mil besos, mil sonrisas
Ana
PD: No renuncio a mi sesión con Lacazatte, la hucha de monedas de dos euros vuelve a estar en marcha… A ver si para el verano que viene llega para un viajecito a Asturias para que Pelayo nos haga la sesión en algún bosque encantado de los que hay por allí