Imagen corporal en los enfermos crónicos

Hoy hablando con una monitora nueva del gimnasio, y comentándole que estaba trasplantada, se ha quedado sorprendida de que tuviera tan buen aspecto. Creo que las personas con enfermedades crónicas podemos ser atractivas y cuidar nuestro aspecto. No por estar enfermas tenemos, obligatoriamente, que parecerlo.

El sentirnos cómodos y atractivos en nuestra piel, es algo que se debería tener siempre muy en cuenta, ya que influye muy positivamente en nuestro ánimo y por qué no, en nuestra salud.
Está comprobado que cuando te sientes bien con tu aspecto y con tu cuerpo y te aceptas con tus cicatrices y defectos, generas seguridad y respeto por ti mismo, además de un mejor estado de ánimo y bienestar.
Hay que habituarse a cuidarse la piel, comer sano, cuidarse el cabello, elegir la ropa que nos sienta mejor, hacer ejercicio para tonificar la figura y para moldear el cuerpo, lo que contribuirá, además, a sentirnos más fuertes. Es cuestión de acostumbrarse a mantener unos hábitos de vida que además de ser saludables nos ayuden a tener un buen aspecto físico.
Sobre todo es una cuestión importante en los adolescentes con enfermedades crónicas. La adolescencia es un periodo crítico para cualquier persona por los cambios que se producen físicos y psiquicos. En un adolescente con una enfermedad este problema se duplica,  al sentir la necesidad de sentirse bien con su imagen corporal. Es conveniente que aprenda a cuidarse y a sacar partido de sí mismo desde el principio y que no se abandone con la excusa de la enfermedad.
Cada uno tiene que potenciar los rasgos más favorecedores de su cuerpo: piel, pelo, ojos, boca, escote...etc.
El llevar un catéter para diálisis peritoneal o la fístula influye mucho, sobre todo al principio, en los enfermos renales, que observan que su imagen corporal ha cambiado y pierden autoestima. Es normal, pero no deben dejar que eso les impida seguir cuidando su aspecto y sentirse bien. Todo es cuestión de adaptarse: ropas amplias y con estilo, en el caso del cáteter, y manguitos o manga tres cuartos en caso de fístula.... Eso hasta que la persona se acostumbre y lo vea como una parte más de su cuerpo.
Ana Hidalgo