Una vez escuché una canción
titulada Imagine, de John Winston Lennon, con un mensaje profundo que caló
hasta los huesos en mi juventud, su mensaje es tan real, imperecedero, inmortal,
está totalmente en nuestra época, como estaba hace unas décadas, en la época
convulsa, inocente y perdida de los años setenta.
Imaginar es la única arma
que nos va a dar libertad, que nos va a dar sabiduría, que nos va a dar un
mundo lleno de Amor, de Paz, unanimidad en la que todos somos uno, dentro del
mundo de color que es Nutopía. Lleno de gente de colores, gente de luz, que se
unen y forman un mundo de colores vivos y alegres. Sin penas, sin armas, sin
política, sin guardias ni policías, sin terrorismo… etc. Sin cielo ni infierno.
Nadie por quien matar o morir. Es fácil si lo intentas. Llámame soñador, iluso,
inocente.
Así decía más o menos la
letra. Nos hace escapar del dolor, de la muerte, de la pena, de los monos
triunfadores, de la negatividad, que nos dé positivismo, energías blancas y
puras. Como Imagine, una letra que hace llorar a los sensibles, que ha hecho al
mundo entero llorar, nos ha unido, nos ha llenado de sus vibraciones y llenado
de libertad y amor a fin. Pero la hemos olvidado, los tiempos cambian y
nosotros también.
Algo que podamos compartir
todos los seres humanos, es el cable de la cultura, la música nos amansa la
fiera, nos calma, da energía, alegría, una sonrisa sale al oír IMAGINE. Una
energía recorre todo nuestro cuerpo, nos rodea una fuerza que tenemos desde
antes de nacer, algo que nos empuja a hacer el bien, a amarnos, a querernos
unos a otros, sin remisión, sin ordenes, algo que sale del interior, que no
podemos controlar y que nos cambia la visión del mundo, llámalo optimismo, Amor,
Chi. Algo que todos los seres humanos debemos conocer, o reconocer, la canción
es antigua, archiconocida, todos la hemos oído alguna vez, pero pocos la han
escuchado. Bucea en su letra.
Esos pocos privilegiados
somos capaces de sentir, al menos una vez, esa sensación de pelos de punta, que
ruboriza, el suspiro del alma. Que la hace respirar al fin de tanto lamento
diario, de tanta pena escondida que emerge. Pues es verdad, existen canciones para el alma, que
debemos escuchar y atender una y otra vez, convertir en nuestras, llámalas
clero, aliento, grito de guerra. O inspiración.
Canciones que cambian
incluso nuestra mentalidad, que nos hacen o muestran nuestro lado más humilde.
Así que si te encuentras hundid@, triste, preocupad@, escucha IMAGINE, cierra
los ojos, déjale el trabajo a Lennon, y deja a tu mente volar por nubes
blancas, azules, siente la brisa que te refresca las mejillas en una tarde de
Agosto, que te eleva la conciencia sin levantar los pies del suelo. Una canción
con la que puedes evadirte sin reparos del mundo marginal en el que vivimos.
Algo tenemos dentro que se
remueve al escuchar estos himnos imperecederos, algo que no podemos ver, pero
sí sentir en lo más profundo del cuerpo humano. Llámalo corazón, sentimiento,
alma. Deja que salga, respire y hable. Sentirás que ha pasado un Ángel al lado
tuyo, llámalo ángel, desahogo, estrella. Hazle salir y obedécele. PAZ.