IMM – De monosidades monosas va la cosa

Os cuento un secreto. No digáis nada ¿eh? Huelo los libros. Diréis, vaya novedad. También los miro embobada, con carita de enamorada. Psé, bienvenida al club. Sí, sí, pero es que también los abrazo. Empieza a ser preocupante ¿eh? Les hablo, sí, ya está, ya lo he dicho, llamad a un loquero. Ya estáis marcando, ¿eh?

¡Bienvenidos al IMM de las monosidades monosas!

Cuando la editorial me propuso reseñar el libro, dije que sí porque me llamaba la atención. Nadie le mencionó. No me dijeron nada de ÉL. Y cuando llegó, y lo vi mirarme y –literalmente- hablarme, no pude más que aplaudir como una niña pequeña y pensar en cómo Grijalbo puede currárselo tanto. En serio. Mirad qué carita. Qué saber estar. Qué todo.

Soy ciudadano del mundo, pero

nací en Bath el 16 de julio de 1921, cuando Alice me cosió mi segundo ojo. Me llamo Henry N. Brown y soy un oso de peluche. Pero no soy un oso cualquiera, pues Alice introdujo en mí un secreto que ella llamaba «amor» y que me hace diferente. Ahora que ya tengo ochenta años y ya no soy el juguete preferido de los niños, me he dejado convencer por mi editor para contaros mi historia.

Es mi lectura actual, todavía no lo he empezado pero hoy, esta noche, Henry y yo nos encontraremos. Qué nos deparará el viaje solo pueden saberlo las 425 páginas que lo componen. Tengo un buen presentimiento con él, he leído buenas criticas y me han recomendado que coja algún que otro pañuelo, cosa que haré porque ya tengo unos cuantos libros emborronados con mis lágrimas, y aunque queda muy poético así escrito, la verdad es que visto no es tan bonito.

Como curiosidad el peluche tiene en la oreja un Rec que cuando lo aprietas graba el mensaje de voz que tú quieras dejar, y en la patita un Play y se reproduce lo que has grabado. Lo que os digo: una monosidad. Yo creo que hasta le pediré matrimonio a quien me ha mandado el libro y a Henry.

Otra monosidad. Así es mi vida, entre monosidades. Cuando veo cuadros o portadas no puedo evitar pensar qué estarían pensando… ¿Qué estaría pensando la chica del banco? ¿A quién sonreirá? Obviamente, seguro pensaba en que acabara la sesión de fotos. Pero no me refiero a ella. Sino a quien quiere emular. A la prota. No tardaré en descubrirlo porque Un beso en París va después de Henry (sí, os los estoy poniendo por orden de llegada, que viene a ser mi orden de lectura). Llegó desde Neo y les estoy muy agradecida, desde que supe que se iba a publicar en España pensé ¡Miooo! A Nia no le convence el libro, pero claro, ella es una bruja piruja que en muchas ocasiones se equivoca con sus impresiones (amor inmortal, eeeejeem). Por mi parte sí que me da buenas vibraciones y tengo muchas muchas ganas de una historia fresca y amorosamente amorosa, así que ya os contaré.

Desde Maeva llegaba El Círculo, y si supierais las ganas que tengo de cogerlo ni os lo creerías. Todo lo que he ido leyendo y viendo de este libro no ha hecho más que confirmar lo que ya sabía: apunta maneras. La portada ni que decirlo tiene que es otra monosidad con aires tenebrosos que hace que tenga más ganas de leerlo. Total, que espero que no me decepcione, ya se lo he dicho: ¡Como me decepciones, verás! No me ha contestado, claro. Será que es tímido. Ya os contaré cuando me lo lea si al final ha sido todo lo que esperaba o no. 

Muajajaja. Ahora me vais a odiar. En serio. La verdadera historia del Capitán Garfio. En cuanto supe que este libro existía, no pude hacer más que enamorarme de él. Y eso sin haber visto la edición tan cuidada que La Galera le ha dado. Una vez vista, supe que Henry, Garfio y yo tendríamos que emigrar a algún lugar donde acepten la poligamia. Es un deleite para la vista y los sentidos libreros. Es mi libro. Yo que adoro a los malos. Ahora dejad de leerme y mirad hacia arriba de la pantalla. ¿A quién veis en la cabecera? Exacto. No sé qué me deparará esta lectura, tengo muchas esperanzas puestas en ella y también he hablado seriamente con el libro… tampoco me ha respondido, pero yo creo que ha captado el mensaje.

  

Donde la muerte te encuentre de Fernando Otero, y Seis peces azules de David Tejera, ganadores del premio Ateneo Joven y Premio Ateneo de Sevilla respectivamente. Llegaban desde Aldaiga y tienen una pinta…, sobre todo Seis peces azules… veremos a ver qué nos deparan estos dos ganadores, os iré contando.

Y por último hace poco Book Eater, Pasajes Románticos y la Telaraña de libros organizaron una lectura conjunta donde participé y gané una monosidad muy monosa; que no es otra que la libreta de El devorador de Libros. En ella puedes ir apuntando los libros que has ido leyendo y tus impresiones. Me va a dar mucha pena usarla porque claro, después cuando se me acaben las páginas ¿dónde escribiré? Tengo que informarme si venden diarios de lectura, que seguro que sí.

Y esto es todo por hoy.

No me gustan las despedidas así que… ¡¡¡Hola Perdid@s!!!