Impepinables: Patti Smith – Horses

El disco de hoy es un impepinable, un clásico, y uno de los discos más influyentes en la historia reciente de la música. El primer disco Patti Smith es más que un simple álbum del rock, es todo un emblema de una época, del papel de la mujer en la música, y toda una leche al paletismo que reinaba en los principios del punk. Y es que por aquellos años, esta mujer solo quería ser poetisa y acabo en la música casi por casualidad. En un principio la guitarra de Lenny Kaye, – el músico, y amigo que ha estado durante toda su carrera con ella -, solo la acompañaba sus recitales de poesía, pero animados, y financiados, por Robert Mapplethorpe decidieron grabar el single Hey Joe/Piss Factory, gracias a eso y a sus primeros conciertos, consiguieron un contrato para grabar este disco con Arista Records.

Horses es un álbum crudo, duro y nada fácil de escuchar. Patti Smith no canta, prácticamente escupe sus letras feministas, en las que arremete contra todo, y contra todos. Además, la producción de John Cale es bastante austera y sucia, lo que hace que este disco siempre haya sido considerado como uno de los más influyentes del punk.

Desde el principio del disco ya deja las cosas bastante claras con esa increíble, personal y casi irreconocible versión del Gloria de Van Morrison. El duelo entre la calma y la intensidad de esa canción, y de temas como Land o Birdland, se ha convertido en uno de sus sellos identidad a lo largo de su carrera. Y es que como ya decía antes, Patti Smith realmente era una poetisa, y no una cantante, de ahí que muchas de las canciones de su discográfia se convirtieran en una especie de mezcla de punk y poesia. Pero este Horses también tiene su parte amable, como el reggae de Redondo Beach, el pop de Kimberly, o el rock más convencional de Break It up, donde colabora Tom Verlaine, líder de Television, y gran amigo de Smith.

A lo largo de estos años, grupos tan dispares como Sonic Youth o The Smiths han reconocido la gran influencia de este disco en sus carreras, e incluso Michael Stipe ha dicho más de una vez que gracias a el decidió fundar su propia banda.

Por cierto, aprovecho esta entrada y os recomiendo Just Kids, su ultimo libro. En el relata los primeros años de su vida en New York, y la vida que compartió con su gran amigo Robert Mapplethorn. Es uno de los libros más emocionantes que he leído últimamente, y merece mucho la pena.

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