Revista Indie / Folk

Impepinables: The Breeders – Last Splash

Por Homeboy


Impepinables: The Breeders – Last Splash

The Breeders editaron su segundo álbum en 1993, cuando todo el mundo estaba atento a la escena independiente norteamericana, y bandas con años de experiencia, empezaban a recoger sus merecidos frutos. Eso es lo que le paso a Kim Deal, que tras años de tocar el bajo con The Pixies, por fin tenía su merecido éxito con su propia banda. No es que Last Splash sea un disco perfecto, y tal vez tenga algún que otro corte un poco irregular, pero sin duda alguna, fue uno de los discos que abrió muchas puertas al éxito masivo de unos cuantos grupos de indie-rock femenino. Como siempre pasa en estos casos, ellas no fueron las primeras, y además lo consiguieron con su segundo trabajo, pero sí fueron las que dieron en el clavo con los singles, y consiguieron destacar por encima de algunas de sus compañeras de escena.

Impepinables: The Breeders – Last Splash

Evidentemente, todo esto no hubiera pasado si no fuese por Cannonball. El famoso tema fue todo un pelotazo (¿quién no ha pegado saltos en un bar al oír esa pegadiza línea de bajo?) y una de las canciones más famosas de los noventa. Pero no es ni de lejos el mejor tema del disco, ya que ahí están esa preciosidad de pop lo-fi llamada Divine Hammer, y Saints. Los otros dos singles del álbum, y sus mejores canciones. La verdad es que Last Splash le debe mucho al lo-fi de Guided By Voices, y eso se nota mucho en temas como Roi, Invisible Man o Do You Love Me Now? Y es que la producción del disco que hizo la misma Kim Deal, tira bastante de la baja fidelidad que tan de moda estaba por aquella época. Me resulta curioso que nunca se las menciones como influencia de muchos grupos de ahora, esos que están haciendo lo mismo que hacían ellas temas como Flipside, No Aloha o la versión de Drivin’ On 9; es decir, coger las influencias del pop de los sesenta y el surf, para llevarlas a su terreno y terminar fabricando temas de indie-rock atemporales.

Es una lástima que tras aquella separación de 1994, que duro cinco años, solo nos diesen muchos disgustos, y muy pocas alegrías. Y es que para mi gusto, Kim Deal se dejo todo el talento en el disco que saco dos años después con The Amps.


Volver a la Portada de Logo Paperblog