Revista Indie / Folk

Impepinables: The Velvet Underground – The Velvet Underground & Nico

Por Homeboy

Impepinables: The Velvet Underground – The Velvet Underground & Nico

Este es uno de esos de discos que tiene que estar en esta sección de sí o sí. El debut de la Velvet Underground es uno de los trabajos que más han influenciado a la generación indie, tanto a los más ruidosos, como a los más poppies. Y es que en este The Velvet Underground & Nico, encontramos temas que van de lo más delicado, algunas son casi nanas, y temas donde la psicodélia y el ruido juegan una baza bastante importante.
Pocos discos, y pocas bandas, han reflejado tan bien ese ambiente tan caótico de finales de los setenta en la ciudad de los rascacielos. Y es que el grupo neoyorquino habla de la heroína, del travestismo o del masoquismo (su nombre viene de un libro que va sobre estas practicas) con una naturalidad pasmosa para la época. Esto hizo que el álbum fuese un completo fracaso, y que al señor Andy Wharhol, su manager, le costase una barbaridad encontrar una discográfica que lo editase. Poco importa que en su día no pasase del puesto 171 en las listas de ventas americanas, ya que consiguieron lo más difícil: hacer uno de las obras clave de la historia del rock

Impepinables: The Velvet Underground – The Velvet Underground & Nico

Según cuentan, fue el propio Wharhol el que casi obligó a Lou Reed y a John Cale a meter a Nico en la banda, que por aquel entonces era una modelo y estrella del Factory. La verdad es que el artista de Pittsburg acertó de pleno, ya que es casi imposible imaginarse canciones como Femme Fatale o All Tomorrow’s Parties, sin su extraña voz. Eso sí, es innegable que fue el talento; la valentía y la originalidad que Reed y Cale plasmaron en canciones como Heroin, I’m Waiting For The Man o Venus In Furs, lo que hizo grande a esta banda.

Pagaría por ver la cara de la gente de aquella época cuando escuchaban por primera vez las guitarras ruidosas de Run Run Run o Heroin, o que le se les pasaba por la cabeza cuando escuchaban letras dedicadas a las drogas o al sexo duro. Son cosas a las que ahora mismo estamos acostumbrados, pero hace cincuenta años eran un gran tabú, y muy pocas personas se atrevían a hablar de ellas. Además, al contrario que otros grupos de aquellos días, ellos no lo hacían por provocar, simplemente reflejaban su día a día en aquel mundillo lleno de beatniks y artistas sin pudores.
Sin embargo, siendo un disco con letras tan duras, y una producción tan lo-fi, al final lo que se te queda es una sensación haber escuchado un trabajo precioso. Y esa es una de las razones que hacen de este álbum, uno de los grandes. Las otras son Sunday Morning, I’m Waiting For The Man, Femme Fatale, Venus In Furs, Run Run Run, All Tomorrow’s Parties, Heroin, There She Goes Again, I’ll Be Your Mirror, The Black Angel’s Death Son y European Son.

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