El Imperio de Brasil se dio entre el año de 1822 y 1889, se inició al final de Guerra de Independencia de Brasil, el cual separó al reino de Brasil. En este periodo de la historia de Brasil tuvo 3 gobernantes los cuales fueron, Juan VI, Pedro I y Pedro II.
Antecedentes del Imperio de Brasil
Hasta comienzos I del siglo XIX, Brasil una próspera colonia de Portugal. Pero en 1808, como consecuencia de la invasión de ese país por las tropas de Napoleón, como aconteció también con España, el Príncipe Regente Don Pedro, futuro Juan VI, no quiso permanecer en su patria sometido al poder de aquellos invasores franceses, sino que se embarcó rumbo a la colonia de Brasil, acompañado de un séquito, es decir, de su corte de 15,000 personas, fijando su residencia en la capital, Río de Janeiro.
La presencia del joven Regente en la Colonia, fue recibidla con gran simpatía y aprecio, debido justamente a la liberalidad de su carácter y fundamentalmente a su espíritu emprendedor progresista, preocupado, siempre, en la realización de importantes obras en beneficio del pueblo.
Pero después de permanecer doce años en la Colonia fue llamado en 1821, para asumir la Corona de Portugal. Pese a que no quería abandonar su nueva patria, tuvo que embarcarse rumbo a la península, dejando a su hijo, el Principe Don Pedro, como Regente de Brasil.
Gobierno de Juan VI
Don Juan, Príncipe Regente hasta 1816, fecha de la muerte de su madre, la Reina Loca, heredó la corona, siendo proclamado Emperador del Brasil, Portugal y los Agarves, con el nombre de Juan VI. Su reinado duró, hasta 1821, año en que retornó a Portugal.
Sus principales obras
Como Regente primero y finalmente, como Emperador, Don Juan realizó importantes obras:
- Declaró abiertos los puertos del Brasil al comercio extranjero.
- Fomentó la industria y el comercio.
- Erigió a Brasil en Reino, con iguales derechos que los de la Madre Patria.
- Protegió e impulsó grandemente el desarrollo de la cultura, mediante lo siguiente: Fundación de la Academia de Ciencias, la Escuela de Bellas Artes, el Jardín Botánico, así como una Gran Biblioteca Pública, museos, laboratorios, ferias, etc.
- Construyó muelles y embarcaderos, a la vez que creó bancos comerciales, decretando, asimismo, la libertad de industrias.
Todas estas medidas económicas, contribuyeron a transformar las condiciones económicas y culturales de Brasil, con las características propias de una verdadera nación soberana.
Gobierno de Pedro I
Gobernaba en Brasil el Regente Don Pedro, cuando las Cortes Portuguesas pretendieron intervenir nuevamente en el gobierno y la administración de la Colonia; ello significaba un claro intento de reducir de nuevo a Brasil a posesión de Portugal. Tal actitud originó, entonces, una reacción e insurrección de los patriotas y de las principales ciudades encabezados precisamente por el propio Regente Don Pedro, quien a orillas del río Ipiranga, proclamó la Independencia de Brasil mediante su célebre proclama: ¡Independencia o muerte! (Grito de Ipiranga), el 7 de setiembre de 1822 coronándose luego emperador, con el título de Pedro I; siendo proclamado oficialmente como Emperador Constitucional el 12 de octubre de 1822. Desempeñó papel preponderante en la lucha por la independencia de Brasil el ilustre y eminente patriota Don José Bonifacio de Andrada consagrado como el patriarca de la independencia.
Características del gobierno de Pedro I
- No fue un gobierno progresista como el de su padre, el rey Carlos VI.
- Por sus ideas liberales, al comienzo, se hizo impopular, por su personalidad y el exagerado celo de su autoridad, después. Haré todo por el pueblo, pero nada con el pueblo, exclamaba.
- Por haber experimentado una serie de derrotas en la guerra librada con Argentina, y, finalmente, antes haber tenido que reconocer la independencia de Uruguay, y que había sido incorporado antes a Brasil.
- Por haber disuelto la Asamblea Constituyente, y, asimismo, haber perseguido a políticos ilustres como Andrada y otros.
Tales medidas antiliberales, le habían creado a Pedro I, un clima descontento y oposición encabezados por prominentes liberales; como el ilustre orador Vasconcelos, el periodista Evaristo Da Vega. Hasta que, en abril de 1831, estalló un motín popular en Río de Janeiro, el que le obligó a Pedro I a abdicar la corona en favor de su menor hijo, el futuro Don Pedro II.
Pedro I
Gobierno de Pedro II
Proclamado Emperador del Brasil, Pedro II gobernó de 1840 á 1889. Monarca de espíritu emprendedor y progresista como su abuelo, Don Juan VI, llevó a cabo importantísimas obras las mismas que crearon una época de desarrollo y de prosperidad para Brasil: destacándose entre sus principales obras, las siguientes:
- Hizo de Brasil una Monarquía Constitucional, con el respeto pleno a las libertades y derechos ciudadanos, a base de un Gobierno Parlamentario, es decir, de un Cuerpo Legislativo integrado por representantes elegidos por el pueblo.
- Llamó como consejeros del gobierno a políticos destacados y a otros hombres de gran figuración por su preparación y honestidad, como Pedro de Araujo, Paulino de Souza, el Visconde de Río Branco y el general Caxias, uno de los héroes de la guerra del Paraguay, y Brasil llegó a erigirse, así, en una República coronada y no un Imperio.
- Decretó la emancipación de los esclavos negros, a la vez que fomentó la inmigración europea, para compensar la falta de aquellos braceros libertados.
- Modernizó la explotación de la riqueza azucarera, mediante la introducción de las maquinarias más avanzadas, así como las técnicas de cultivo más eficaces; asimismo, decretó la libre navegación en el Río Amazonas para todas las naves del Mundo, contribuyendo, con ello, a un mayor desarrollo de sus zonas fluviales; de igual modo, se intensificó la explotación del caucho.
- Introdujo el teléfono, de invención reciente, creó el Instituto Pasteur para combatir la hidrofobia; a la vez que también hizo construir modernos observatorios astronómicos y prisiones, así como numerosas líneas ferroviarias.
No obstante las grandes obras que Pedro II realizó, tras su largo reinado, un veterano de la guerra del Paraguay, el Mariscal Deodoro da Fonseca, dirigió la Revolución de 1889, la misma que triunfante desconoció al soberano, Pedro II. Este no ofreció resistencia alguna,embarcándose entonces rumbo a Portugal. Por la Constitución de 1891, Brasil se constituyó en República Democrática Federativa, con la denominación de Confederación de los Estados Unidos del Brasil, integrada por 21 estados y una capital federal, la ciudad de Río de Janeiro. País inmensamente rico, Brasil experimentaría un formidable desarrollo el siglo XX.
Pedro II