¿Con qué debería
comparar el mundo?
Luz de luna que se refleja
en las gotas de rocío,
que cayeron del pico de una gruya
—Dogen Zenji
Nuestro Maestro Dogen ha dejado esta importante enseñanza. Es paradójico que al hablar de la impermanencia de las cosas, el poema parecería ser eterno.
El Maestro se cuestiona cómo podría entender el mundo. Si dejamos que la mente analítica lo interprete, el mundo puede ser un lugar de centímetros y gramos, todo perfectamente medido y explicado. Todo frío. Podemos ver las conexiones, crear definiciones y tratar de explicar cómo las cosas nos afectan.
También podríamos hacer mil historias de drama o comedia sobre la experiencia personal ante el mundo que nos rodea.
Pero si pasamos demasiado tiempo explicando todo, nos perdemos de la clara luz de luna, que es una metáfora para la iluminación. La Luz Dorada del Buda se manifiesta a través de la luna llena, que da claridad en la noche más densa.
Esta luz se aprecia en cada gota de rocío. Si hay mil gotas de rocío, se reflejan mil lunas. Pero todas son una sola luna iluminando las gotas y cada gota experimentando la Luz. Si la gota se ensucia, la luna ya no se puede reflejar.
Las gotas de rocío somos tú y yo, y todos los seres capaces de contemplar las cosas sin ensuciarlas con opiniones o juicios.
Hemos caído del pico de una gruya blanca, que es otra metáfora para la mente inmaculada.
Somos solo gotas de rocío reflejándonos unos a otros y siendo parte de la Luz Dorada de Amida.