Imposible olvidar Haití cuando cada vez que rebrota entre titulares va ligada a muerte. Vuelve a rebrotar porque el cólera que nunca se fue se ha alimentado estos últimos meses a base de olvido. Siempre estuvo ahí, aunque no con la virulencia informativa de las primeras semanas. Sólo quedó latente, esperando… La desgracia de Haití da una bofetada a la nuestra, la desmemoria, el empecinamiento en no aprender del pasado.
La desesperación también se contagia rápido, casi tanto como el olvido. Naciones Unidas ha reconocido que de los 164 millones de dólares solicitados por Haití a la comunidad internacional, sólo ha recibido 6,8 millones para luchar contra el cólera.
Pero Haití recibe los golpes de dos en dos: las fuertes tormentas de principios de semana, que convirtieron las calles en ríos y regueros de lodo, han matado a 11 personas. La temporada de huracanes comenzó oficialmente la semana pasada. La fuerza de la naturaleza es la única que acude cada año fiel a su cita con Haití.