Según la Wikipedia, "Kiai (気合?) es un término japonés usado en varias artes marciales que designa una clase de grito agudo exhalado durante la ejecución de un ataque. [...] En el go, Kiai describe el espíritu de lucha". Ya sólo por esto, y tras ver alguna captura, uno puede imaginarse de qué va Kiai Resonance, el primer juego de los belgas Absorb Reality.
El juego no puede ser más simple. Se trata de un juego de lucha 1v1 donde dos samurais japoneses luchan entre sí armados con una katana. A diferencia de los juegos de lucha normales, al tratarse de un juego con armas blancas -que cortan como demonios, dicho sea de paso-, cada combate se acaba cuando uno de los dos contendientes consigue acertar a su oponente. Por lo tanto, olvidad los combates de varios minutos, lo normal es que en pocos segundos vuestro combate haya terminado, y la partida la gana al mejor de X combates -por defecto, cinco-.
A nivel técnico, Kiai Resonance es muy zen. Estéticamente, el juego recuerda a la pintura tradicional japonesa, con unos escenarios, animaciones y colores muy bien escogidos, sencillos y que le dan una gran personalidad al juego, aunque desde luego más variedad le habría venido mucho mejor. A nivel sonoro el juego mantiene la sobriedad del título, es decir, la música acompaña adecuadamente sin molestar ni ser cansina, aunque por desgracia los efectos de sonido de los pasos o de los gritos de los samurais -los kiai- suenen a los tiempos del Doom y la Sound Baster de 8 bits.
Jugar a Kiai Resonance no es difícil. El tutorial es corto -y es mejor verlo desde el principio, hacedme caso- y básicamente enseña cómo hacer para cubrirse -es la postura por defecto que adopta nuestra samurai-, cómo atacar y cuáles son las tres posiciones que el juego permite y sus ventajas y desventajas. Porque sí, en este juego no hay decenas de personajes donde escoger -sólo un par de modelos de samurais-, ni escenarios interactivos -sólo hay tres, y de interactividad nada-, y ni siquiera hay seis botones con tipos de golpes, magias y/o combos. Básicamente nuestros samurais pueden avanzar hacia adelante, hacia atrás, cubrirse, atacar y contraatacar con la katana. Y ya.
Por lo tanto, los controles -yo he jugado con el teclado pero también se puede jugar con un pad-son seis botones: izquierda, derecha, uno para cada una de las tres posiciones y el espacio para realizar una acción. Cada posición es buena para algo y tiene su propia acción. La posición por defecto o forward position, tal como la llama el juego, es la que hay por defecto y es la única que permite parar ataques enemigos -no hay que hacer nada para pararlos, eso lo hace sólo con esta postura-. La acción es un ataque normal, digamos.
Luego tenemos la Up position, una postura en la que nuestro samurai levanta su katana y la mantiene en esa posición de ataque. En esta postura estamos vendidos si nos atacan -tenemos todo el cuerpo desprotegido- pero permite dos tipos de ataque: uno rápido y "ligero", que el samurai enemigo puede pararlo si está en guardia o forward position, y uno que necesita un par de segundos de recarga pero que si impacta en el samurai enemigo ganas porque es tan fuerte que es imparable. Ya por último tenemos la posición Back position, donde el samurai coloca la katana hacia atrás. Esta posición sólo sirve para contraatacar, pues desde ahí no se pueden esquivar golpes -tiene la katana muy lejos del cuerpo y no le daría tiempo- y no tendría mucho sentido intentar atacar, dado que el movimiento sería muy lento y el oponente tendría tiempo de sobra para pararlo o esquivarlo. Así que esta posición sirve para cuando vemos un ataque enemigo desplazar nuestro cuerpo para esquivar su hoja y utilizar su impulso para rajarle con la nuestra.
Es decir, una implementación un poco más compleja y bastante original del juego piedra-papel o tijera. De todas formas, que las opciones sea tan limitadas no tiene que hacerte sentir que es un juego escaso. A ver, si no te gustan los juegos de lucha o si te gustan los Street Fighter, con un montón de jugadores, magias y combos, esto te parecerá soso. Porque sí, el juego está falto de opciones y personalización, pero que eso no te lleve a engaño: es fácil de aprender pero muy difícil de dominar. Hay que ser muy ágil con los dedos para en el momento en que tu oponente te lanza un ataque puedas cambiar con rapidez a una posición que te favorezca y tomar ventaja de ello. Y si eres de los que te gusta machacar botones al tuntún aquí no tendrás nada que hacer. A la máquina es relativamente sencillo vencerla, a poco que practiques te la verás venir. Pero por suerte el juego permite el multijugador, tanto en local como por Internet. Y un oponente humano, especialmente si es más o menos bueno, es harina de otro costal.
Como resumen, podríamos decir que este Kiai Resonance es un juego para un nicho muy específico, pues aunque su estética le haga resultar delicioso a cualquiera al que le atraiga un poco la cultura japonesa, su falta de opciones echará para atrás a muchos. Es un juego que sólo se disfruta si mantienes cierta disciplina de entrenamiento y, sobre todo, si encuentras rivales que estén a tu nivel. Porque si no, este juego no da para mucho más de sí.
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