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Impresiones de Eryi’s Action. El plataformas tramposo

Publicado el 15 enero 2014 por Retromaniac @RetromaniacMag

Recuerdo que hace cosa de unos cinco o seis años un amigo me abrió una conversación en el Messenger, y fue algo así como: “tío, estoy con un juego que tienes que probar”, “guay, dime cómo se llama y le echo un ojo”, “no, no, mejor te lo llevo a casa, quiero ver cómo juegas”. ¿Quiere ver cómo juego? ¿En serio? La cosa es que en media hora lo tenía en casa con el juego. Me dijo que se llamaba Cat Mario y que era como el primer Mario de la NES pero con algunas diferencias. Ciertamente el juego se le parecía mucho, solo que en lugar de manejar a Mario, controlabas a un gato bastante cutre. Cuando empecé a jugar bajo la atenta mirada de mi colega, a los pocos pasos salió una trampa de no sé dónde y me mató. Mi amigo soltó una carcajada. Al segundo intento ya sabía dónde estaba la trampa, por lo que la esquivé, pero al intentar saltar un precipicio mi cabeza dio en un bloque, invisible hasta ese momento, y caí por el agujero. Mi acompañante se partía y mi cara de circunstancia era digna de fotografiar. Tras una decena de muertes mi colega se cansó de reírse de mí y yo me cansé de jugar.

Con el tiempo me enteré de que Cat Mario se llamaba en realidad Syobon Action, y de que existía otro juego del mismo estilo llamado I Wanna Be The Guy (con bastantes referencias a grandes clásicos del videojuego). Eryi’s Action sigue a pies juntillas la filosofía de los dos títulos anteriores (los coloquialmente llamados “trapformers”), esto es, trampas donde menos te las esperas y muertes injustas en todos los rincones de cada nivel. El juego busca sacarte de tus casillas y espera que te diviertas con ello. Desde luego, los que sientan debilidad por el masoquismo se lo pasarán en grande.

Eryi’s Action

Esos pinchos salieron de la nada

La historia del juego es tan absurda como innecesaria. Eryi es un hada que se debilita si no come melón, y ya hace algún tiempo que no lo come. Al ir a buscar su tan ansiado melón, encontró una nota donde debería estar el fruto: “tu melón tenía una pinta buenísima, así que me lo llevé. Farta”. Farta es un malvado troll (aunque es tan mona como Eryi, incluso tiene más pinta de hada que ella) que ni siquiera tenía hambre cuando robó el melón, simplemente lo hizo para enfadar a Eryi. La cosa es que Eryi está que echa humo, y tú vas a tener que guiarla hasta Farta para así poder recuperar su melón.

Eryi’s Action

Vas a ver muchas veces esta pantalla


En el apartado gráfico Eryi’s Action, como ya hacía Syobon Action, bebe directamente de los juegos de Mario en 2D. Las praderas verdes, las plataformas móviles, los bloques y muchos de los malos te recordarán al fontanero bigotudo. Ni siquiera echarás en falta la bandera de fin de nivel, la pantalla subterránea o la de agua. Toda la mala leche del juego está maquillada con una apariencia de lo más “cute” que querrás achuchar sólo durante las cincuenta primeras vidas que pierdas. Las melodías son asquerosamente felices y pegadizas, y acabarás silbándolas dada la cantidad de veces que vas a escuchar el principio de cada una.

Eryi’s Action

Aunque no te lo creas, aquí también te pueden matar


¿Es Eryi’s Action un juego difícil? En principio lo más normal sería decir que sí, pero la palabra que mejor lo describe es “tramposo”. Yo me lo acabé de una sentada (muriendo una gran cantidad de veces, claro está), y a poco que sepas dónde está cada trampa puedes terminártelo en menos de una hora. Lo que quiero decir es que no es difícil porque requiera que el jugador sea hábil, es difícil porque el jugador no se espera cuál será la siguiente trampa (puedes morir hasta en la pantalla de selección de nivel), lo que a veces se traduce en un ensayo y error sin sentido, en un “voy a seguir adelante a ver qué es lo que me mata para memorizarlo y así esquivarlo en el siguiente intento”. Y ni siquiera el control ayuda, ya que multitud de veces sabes cuál es la trampa y cómo esquivarla, pero el ortopédico salto de Eryi te hará soltar muchos tacos.

Eryi’s Action

La típica pantalla de agua

Bien es verdad que cuando llevas un par de niveles sabes más o menos cuáles son las partes sospechosas, pero acabarán matándote igual, al menos la primera vez que pases por ellas. El diseño de cada uno de los doce niveles que componen el juego es simplón, con la única meta de hacerte perder vidas. En las batallas contra los jefes finales, sin embargo, tengo que reconocer que sí me divertí bastante (tres de los cuatro, para ser totalmente justos) ya que, aún con una dificultad endiablada y perdiendo una buena cantidad de vidas, son los únicos momentos del juego en los que no hay trampa ni cartón, y en los cuales se te exigen reflejos de verdad. Mereció la pena dejarse humillar durante todos esos niveles sólo para poder disfrutar la batalla con el jefazo final.

Eryi’s Action

Ni siquiera cuando llegas a la bandera puedes cantar victoria


Me encantan los plataformas con dificultad elevada, pero se me hace complicado dictar un veredicto sobre un juego así, porque va dirigido a un público muy específico entre el que no estoy. Yo personalmente prefiero encontrarme la dificultad mientras el juego me mira a los ojos, y no mediante una puñalada trapera por la espalda. Por supuesto no dudo que haya gente que disfrute con este tipo de juegos, incluso si nunca has jugado a un plataformas de este tipo seguramente lo encontrarás bastante divertido durante los primeros quince o veinte minutos, a partir de los cuales dependerá mucho de tu forma de ser si persistes o no. Seguramente, como mi amigo, sientas la tentación de presentarle a algún conocido este Eryi’s Action simplemente por trollearle un poco. No en vano Eryi’s Action advierte en su propia web que el desarrollador no se hará responsable de los mandos que acaben destrozados contra la pared.

Eryi’s Action

Tampoco era tan difícil... 365 muertes

 


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