Revista Sociedad

Imputaciones reales

Publicado el 18 noviembre 2013 por Jordi Martinez Aznar
Tengo que reconocer que llevo ya bastantes días mordiéndome la lengua con el tema de la Infanta Cristina y su presunta implicación en la trama del Caso Nóos. Hace unos pocos días salía en las noticias que la fiscalía anticorrupción se oponía a la imputación de la infanta por el citado caso, alegando que las sospechas sobre ella no son motivo para imputar a la hija del rey. Tras leer noticias como esta, servidor, que aunque no tiene el nivel de estudios que el fiscal anticorrupción, le gusta pensar que no es gilipollas o tonto, no puede hacer otra cosa que indignarse, más aún cuando recuerda las palabras del padre de esta señora, el cual, en un discurso navideño de no hace tantos años, decía algo así como que “la ley ha de ser igual para todos”. Para comenzar, tiene guasa que la frase sea dicha por alguien que, según la Constitución, es intocable por ley e irresponsable de sus actos. O sea, que ya puede liarla parda, que no se le puede acusar de ningún delito. Pero luego, uno sigue las noticias sobre este caso (desgraciadamente, no tanto como me gustaría), y, al igual que otros muchos españoles, llego a la principal conclusión de que la infanta sabe más de lo que nos quieren hacer creer al resto de españoles.
O por lo menos a la misma conclusión de muchos españoles, y es que no es tan inocente como la fiscalía nos quiere hacer creer, aunque, mirado fríamente, uno entiende las razones del fiscal: ¿Quién, en su sano juicio, querría ser el fiscal que ha mandado imputar a la hija de un monarca en una causa penal? Y lo gracioso del asunto es que, según leo por internet, el fiscal niega que proteja a la infanta. ¿Pero es que esta gente se piensa que el pueblo llano es tonto? Que la justicia sea ciega (y un huevo!!!, con perdón) no signifique que la gente lo sea. Entiendo la premisa de que nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario, pero digo yo que, para demostrar que una persona es inocente o culpable, se le habrá de investigar. Y si no se investiga, digo yo que porque algo será. Con estas palabras no quiero decir que la infanta sea culpable. Ni mucho menos. Pero uno, al igual que otras muchas personas con dos dedos de frente, ve las noticias y no puede hacer otra cosa que llevarse las manos a la cabeza cuando escucha cosas como que su firma constaba en varios documentos y aun así no la llamen ni siquiera para declarar.
Imputaciones realesPero claro, ya sé que, en este país, el hecho de que llamen a alguien a declarar ante un juez hace que, automáticamente, muchos piensen que “algo habrá hecho”, y aunque es bien cierto que, a raíz de la gran cantidad de informaciones que han ido saliendo sobre el caso a lo largo de los últimos meses, todo parece indicar que ha hecho algo, pues qué menos que, por lo menos, investigar si lo ha hecho. ¿Que realmente es verdad que no sabía nada? Pues se cierra esta parte del caso y santas pascuas, pero lo que no puede ser es que salgan a la luz pública documentación que la implicarían en este caso y la justicia no haga nada por ver si realmente estas informaciones son ciertas. Lo que no puede hacer es no querer ni siquiera llamarla a declarar y que nos haga creer a los españolitos que no lo hace porque es quien es y es hija de quien es, porque no cuela. Pero qué podemos esperar de un país de pandereta donde los chorizos campan a sus anchas, hay gente que roba millones y está, en el mejor de los casos, aun a espera de juicio (en el peor de los casos, han salido indemnes), mientras que se condena a gente que se ha visto obligada a robar comida por necesidad. Todavía recuerdo el caso de la mujer que compró casi 200 euros en pañales y comida con una tarjeta de crédito que se encontró y que, de no haber sido indultada, habría sido condenada a 28 meses de cárcel, mientras que tanta y tanta gente que se ha hecho con millones de euros sigue en la calle como si nada.Y luego muchos se preguntan por qué la gente tiene tan mala opinión sobre la casa real, y espera, cual buitres ante un animal herido, a que les condene a la mínima ocasión de que parezca que hayan hecho algo. Y esto es precisamente lo que están haciendo con la infanta. Que, como digan desde determinados medios, que no ha hecho nada y que no sabía lo que firmaba NO CUELA. Tampoco pretendo que la condenen a cadena perpetua o a trabajos forzados, pero que tampoco nos la hagan pasar por alguien que por casualidad pasaba por allí y que firmaba papeles sin saber de qué narices iba la cosa, lo cual parecería corroborar lo escrito en este artículo. Para finalizar, gracia me hace el comentario escuchado este mediodía en cierto telediario, en el que se rechaza la idea de imputarla por el momento. No he podido evitar pensar que no lo será ni por el momento ni en ningún momento.

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