Revista Comunicación

Incendies: mudo fuego interior

Publicado el 25 enero 2016 por La Cara De Milos La Cara De Milos @LacaradeMilos
Incendies: mudo fuego interior

En Nocturna 2014, durante la entrevista con Merlin Dervisevic, le pedí que me recomendara alguna película canadiense de las que más le hubieran gustado en los últimos años, y contestó sin pensar mucho que le encanta el cine francófono canadiense, recomendándome con mucho entusiasmo un título: Incendies (2010). Luego me di cuenta de que el director de la cinta era Denis Villeneuve, que en 2013 había dirigido una gran película ( Prisioneros) y un ejercicio muy atractivo pero truculento ( Enemy). Así que no me costó mucho decidir que el visionado de Incendies era obligado, costara lo que me costara conseguir una copia.

Incendies: mudo fuego interior

Jeanne y Simon Marwan afrontan la muerte de su madre, Nawal Marwan (que llevaba mucho tiempo sin pronunciar palabra alguna), con una escandalosa sorpresa: en un último testimonio escrito, su progenitora les dice que tienen un hermano del que desconocían su existencia y que su padre sigue vivo. A cada uno le deja unca carta que deberán entregar a su hermano y a su padre. Para ello, emprenden un viaje al país de origen de su madre que, aunque nunca se dice su nombre durante la película, podemos deducir que se trata del Líbano. Un viaje casi circular que encierra un secreto familiar explosivo e inhóspito.

Incendies: mudo fuego interior

Incendies es un thriller que es un drama, o un drama que es un thriller; es un paseo existencialista por la historia, por las historias, por lo que hay detrás de cada individuo; o por lo que podría haber... Incendies es un viaje cargado de tensión que, según avanza en su discurso narrativo, se va haciendo más irresistible, hasta el punto de que cuando finaliza, como si fueran las mejores vacaciones de tu vida, no desees volver. Incendies es una visión sobre la condición humana donde se mezclan lo social, lo político, lo económico y lo étnico sin el temor a resultar herido de aburrimiento, y con el atractivo de la mejor película de aventuras.

Incendies: mudo fuego interior
Incendies: mudo fuego interior

Denis Villeneuve no solo cuenta una buena historia (basada en una obra de teatro de Wajdi Mouawad) con Incendies y la cuenta bien, sino que además perfecciona la manera en que lo hace, añade detalles que la convierten en una delicia, con un punto de vista que, sin ser una revolución, supone un ardiente y esplendoroso ejercicio de estilo en el que la fotografía quema y la emoción unida al desempeño de la vida (sobre todo en condiciones especiales) salpica chorreante sobre tu rostro. Los flashbacks no son nuevos, aunque pocas veces se entremezclan los de los muertos con los de los vivos; la estructura, por su parte, se divide en actos dedicados a personajes, actos separados por punto y coma; una estructura que redunda en el soberbio punto final de Incendies.

"El silencio lo es todo para la verdad", afirma Nawal en cierto momento del metraje de Incendies, y no hay mejor definición para la aparente húmeda frialdad que envuelve el fuego que en realidad es Incendies. Una verdad que nos muestra la mágica y casual crueldad de la cotidaneidad, lo maravilloso de lo inesperado, la posibilidad que habita en cada una de nuestras vidas, aunque no se haya producido y tal vez no se produzca jamás.

Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.


Volver a la Portada de Logo Paperblog