Revista Diario
Hace poco leía una carta de un lector que decía que los asientos del tren tendrían que ser aislados, o una cosa similar, y posteriormente había gente que defendía esta postura. Hace tiempo que me pregunto por qué mucha de la gente que viaja en transporte público es tan huraña. Le molesta que los otros hablen, o escuchen música. También me pregunto si estarán enganchados al Facebook y ligarán por Internet, por aquello de las incoherencias de la vida. Hay individuos que están perdiendo la capacidad de relacionarse si no hay una pantalla de por medio, y esto es muy triste y patético, incluso me atrevería a decir enfermizo, por los que inventan una o múltiples identidades. Ahí lo dejo.