El mes pasado China anunciaba su intención de relajar la política del hijo único, la rigurosa política de natalidad se relaja y permite que las parejas puedan tener dos hijos, siempre y cuando uno de los progenitores sea hijo único. Teniendo en cuenta que son muchas las parejas en las que al menos un miembro es hijo único, el incremento será significativo.
Al respecto, hoy podemos saber que se ha emitido un comunicado en el que los responsables del cambio de política auguran un incremento de dos millones de nacimientos al año en China, pasando de los 16 a los 18 millones anuales. Teniendo en cuenta el volumen poblacional del país, 1.351 millones de habitantes según datos del 2012, da la impresión de que se han quedado cortos con las previsiones, ya que no sólo las nuevas parejas podrán tener dos hijos, muchas otras parejas que sólo pudieron tener un hijo tiempo atrás, buscarán su segundo hijo.
Según un representante de la Comisión de Planificación Familiar y de Salud, este cambio de política se iniciará el próximo año y se beneficiarán directamente hasta 20 millones de parejas chinas que no podían tener un segundo hijo. Pero hay que sumar las nuevas parejas, de ahí que las previsiones nos parezcan limitadas. Claro, que estas previsiones se basan en unas encuestas oficiales cuyos resultados auguran que un 60% de las parejas quieren tener un segundo hijo. Sabiendo que el Gobierno chino cambia de parecer como una veleta, no nos sorprende que muchas parejas se apresuren a concebir cuanto antes el segundo hijo, temiendo que de nuevo se cambie el planteamiento.
Recordemos que esto ya ha ocurrido no hace mucho, en el año 2010 se hablaba de abandonar la política del hijo único, pero en el 2012 reafirmó la postura de mantenerla sin realizar ningún cambio. Después se habló de un proyecto piloto para dejar que en algunas regiones de China se pudieran tener dos hijos, posteriormente se volvió a cambiar de decisión. En noviembre anuncian la relajación de esta política de natalidad y ahora anuncian su puesta en marcha. Con tantos cambios es previsible que las parejas se apresuren a concebir un bebé. Esto lo sabe el Gobierno del país y por ello advierte que no hay que apresurarse, que se trata de una reforma demográfica a largo plazo y que durará años. Es igual, este tipo de declaraciones entran por un oído y salen por otro, algo lógico teniendo en cuenta que se han producido varios cambios de opinión.
Se puede deducir que en previsión de que esto no suceda, el Gobierno chino se plantee introducir la medida de forma escalonada para contener la expansión demográfica, aunque eso lo sabremos a partir del próximo año. Actualmente el país crece a un ritmo de 7 millones de habitantes, con el cambio de política se prevé un crecimiento poblacional de 9 millones, cifra bastante alejada de los 15-20 millones anuales antes de aplicar la política del hijo único.
Recordemos que este cambio no está motivado para mejorar la calidad de vida de la población concediéndoles la posibilidad de tener un segundo hijo, en realidad son motivos económicos y laborales lo que ha impulsado la relajación de la política de natalidad, los censos oficiales advertían de que la población en edad laboral del país había comenzado a reducirse. El incremento de la natalidad conlleva muchos cambios, faltarán guarderías y escuelas, instituciones sanitarias y otros servicios, ya veremos cómo se asimilan estos cambios, a través de este artículo publicado en Diario de Navarra, podréis conocer más detalles sobre el anuncio realizado en China.
Foto | Sputnik Mania
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Incremento de dos millones de nacimientos al año en China