Incubadora pauperizada

Argenta Preservation Society se titula uno de los proyectos ganadores del concurso Incubadora, edición 2017. Se trata de una producción de Nicolás Münzel Camaño para Pensilvania Films.

Dos semanas después de que la asociación de Directores Argentinos Cinematográficos denunciara la crisis terminal que atraviesa el sector audiovisual en nuestro país, un grupo de realizadores anunció que no podrán filmar sus películas. Se trata de los ganadores de la edición 2017 del concurso Incubadora para el Desarrollo de Proyectos Documentales, que organiza el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. El INCAA se niega a reconocer el incremento del costo medio de la producción de un largometraje, protestaron.

En el comunicado difundido ayer por las redes sociales, Fernando Romanazzo, Andrew Sala, Nicolás Münzel Camaño, Carolina Mariana Fernández, Ana Taleb, Gabriela Cueto, Gabriel Zaragoza, Sergio Criscolo, Clara Inés Suárez, Laura Tablón recuerdan la inflación acumulada en estos dos últimos años (“71,32% según cifras del INDEC“) y la cotización del dólar, que pasó de 17 pesos a rondar los 60 pesos en el transcurso de esta semana. Desde fines de 2017, el Instituto aumentó sólo dos veces el presupuesto calculado para la realización un largo promedio: lo fijó en 12,5 millones de pesos en agosto de 2018 y en 20 millones en diciembre pasado.

De Fernado Romanazzo. De Ana Taleb De Andrew Sala.

La desactualización presupuestaria resulta especialmente perjudicial para los realizadores que consiguieron el aporte de productoras extranjeras. Como el subsidio en pesos y depreciado es inferior a la cantidad de dólares que invierten esos socios, la autoría de los proyectos corre el riesgo de resultar severamente condicionada.

“Las coproductoras extranjeras podrían quedarse con el porcentaje mayoritario de la película” advierten los diez documentalistas. Al consentir esta “situación insólita”, el INCAA incumple la obligación de proteger la soberanía audiovisual nacional.