Revista Opinión

Independencia Laboral… Carrera Contra el Tiempo

Publicado el 02 junio 2018 por Carlosgu82

¿Te sientes muy cómodo en tu puesto de trabajo? ¿Sientes que sin ti las cosas en la empresa no funcionan? Cuidado!!! Estas bajando la guardia

Podemos llegar a pesar que nuestros conocimientos son suficientes para una empresa y que somos pieza clave para su funcionamiento, pero la verdad es que siempre habrá una persona más joven, con mayor conocimiento técnico y dispuesto a cobrar menos por sus servicios, todo con el fin de adquirir experiencia. Es en ese momento en el que te vuelves obsoleto y costoso para la empresa, la cual siempre va a tender a optimizar sus costos y actualizarse constantemente.

Es un hecho que el límite máximo de edad que solicitan en las ofertas de empleo, está bajando cada vez más. De hecho piden más experiencia y menor edad, cosa que no concuerda mucho pero es la realidad. La renovación del personal de una empresa puede ser sin previo aviso y cuando menos te lo esperas te llama tu jefe para decirte: gracias por tus servicios, pero los mismos ya no son requeridos. Seguido de ello el silencio se invade de ti y las preocupaciones no se hacen esperar.

Peor aún, imagina que te sientes preso de tu puesto de trabajo y sientes que no avanzas pero por tu edad no puedes renunciar porque nadie te contrataría en otra empresa. Tu vida se volvería vacía, tu autoestima se vería afectada y posiblemente te lleves toda esa frustración para tu hogar donde continuarían los inconvenientes.

La respuesta es: Independencia Laboral. Sí, se puede ver como un cliché digno de cualquier aviso barato que te encuentres en la calle o en la red. Pero la razón del porque se ha vuelto tan trivial, repetitivo y una promesa falsa, es que nadie te dice cuando es apropiado hacerlo y mucho menos te dicen cuáles deben ser las condiciones favorables para dar ese paso.

Primero vamos con las condiciones favorables para dar el paso hacia la independencia laboral, las cuales son:

  • Experiencia previa: Se debe tratar en la medida de lo posible de incursionar en un negocio que ya se conozca. Y que mejor negocio que ese en el cual ya has trabajado gran parte de tu experiencia laboral. Conoces sus barreras de entrada, barreras de salida, cliente final, costos, ganancias, plazas, etc.
  • Recursos necesarios: Se debe contar ya sea con capital reunido o adquirido de cualquier forma, o con socios que tengan el mismo nivel de compromiso y dedicación.
  • Dinero base: Todo emprendedor olvida que su inversión no va a retornar precisamente al siguiente mes y se olvidan que tendrán que seguir corriendo con gastos personales y familiares. Por ello se debe tener un dinero base para poder vivir mientras se recupera la inversión y crece el negocio.

Una vez cumplidas como “mínimo” esas condiciones, es cuando se podrá tomar la decisión de incursionar en la vida del emprendedor, que dicho sea de paso puede estar llena de muchos obstáculos pero también de mucha satisfacción y si se hacen bien las cosas estará llena de la tan buscada independencia laboral. Pero recuerda no debería ser a muy temprana edad (a menos que desde muy joven se cumplan las condiciones anteriores) pero tampoco a muy entrados los años porque quizá la “llamada de tu jefe” llegue antes de que hayas podido reunir las condiciones mínimas.


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