Independiente dio vuelta un partido increíble y bajó a Boca de la punta

Parecía que no. Daba la sensación de que, tras un comienzo arrollador, Independiente se iba de La Bombonera con las manos vacías. Sin embargo, el conjunto de Avellaneda sacó fuerzas de donde no las tenía, y de la mano de un Ernesto Farías imparable derrotó 5-4 a Boca en un encuentro vibrante, para conseguir su primera victoria del campeonato y de yapa bajar a su rival de la punta y romperle el invicto de 33 partidos en torneos locales. Con este resultado, Tigre quedó como único líder del campeonato con 13 unidades.

La precisa pegada de Osmar Ferreyra y el oportunismo goleador de Farías fueron las principales armas de Independiente. El ojo hinchado del Tecla, luego de chocar con Matías Caruzzo al anotar su primer gol con la camiseta roja, le dio un toque épico a la remontada. Porque lucía definida la historia cuando Pablo Ledesma marcó el 4-3 a 15 minutos del cierre, pero el Rojo no se dio por vencido. A los 44 del complemento, un nuevo centro del zurdo ex-River fue bajado por Eduardo Tuzzio (otro con pasado en Nuñez) y empujado a la red por el 9, que también vistió la banda roja.

 La historia no terminó ahí, porque cuando transcurrían 3 minutos de los 5 adicionados por Saúl Laverni, Farías se encontró sorpresivamente mano a mano con Agustín Orión y definió magistralmente por encima del arquero para anotar su tercera conquista de la noche y desatar el festejo del público visitante. Duro golpe para la defensa de Boca, que había mantenido la valla invicta en todo el campeonato y aquí recibió 5 goles por primera vez en la era Falcioni.

Antes de ese final electrizante, el partido había tenido un único dueño, llamado Juan Román Riquelme. El enganche pidió jugar a pesar de que el miércoles se viene un duelo clave con Arsenal por Copa Libertadores y fue vital para su equipo, como suele serlo. Como ejecutante de pelotas paradas en los dos tantos de Facundo Roncaglia, como goleador (anotó el segundo de Boca con una definición lujosa) y sobre todo manejando los tiempos y comandando todos los ataques.

 No fue suficiente la magia de Román para el conjunto xeneize, que tuvo varias ausencias debido a la rotación implementada por el entrenador para aguantar el trajín de jugar 3 torneos. Buen paso por el contrario para el otro técnico, Cristian Díaz, que tras la salida de su homónimo Ramón, y la eliminación por Copa Argentina en su debut en el banco, obtuvo un valioso triunfo, que tiene mucho más valor en lo anímico que en lo numérico, aunque es cierto que Independiente necesitaba los 3 puntos.

 Un clásico que quedará seguramente en la historia por varios motivos, y que finalmente se fue para Avellaneda en un final de película, que ni el mismísimo Spielberg hubiera imaginado…