· Superficies ásperas o rugosas.
· Acabado muy brillantes o turbios que ocultan la veta de la madera.
· Bordes astillados.
· Arañazos, golpes, polvo o manchas.
· Manchas opacas que indican áreas no cubiertas lo suficiente.
· “Lagrimas”, alrededor de los bordes o superficies verticales.
Una superficie rugosa, sin embargo, puede ser un indicador de la Nueva Era para realzar el encanto rustico, donde la madera es golpeada o maltratada antes de aplicar la terminación. Sin Embargo, los muebles maltratados de calidad, siempre estarán bien elaborados y firmes