De la encuesta del CIS hecha pública este 11-10-10 me quedo con un dato muy significativo: sólo el 3,1% de los españoles considera que la corrupción es uno de los tres mayores problemas de España. Y así nos va, que vamos siendo devorados por este verdadero cáncer de la democracia (perdón por el tópico, pero no se me ocurre una metáfora más certera) ante la indiferencia de los ciudadanos, la permisividad de los poderes públicos y la impunidad de los corruptos. La publicación de la encuesta ha coincidido con el último informe judicial sobre el caso Gürtel, sobre un fraude masivo cometido por RTVV aprovechando la visita del Papa Benedicto XVI, quien debió haber parafraseado a Jesucristo gritando aquello de "habéis convertido mi casa (mi visita a Valencia) en una cueva de ladrones". Recientemente escribí en mi otro blog sobre el saqueo de Emarsa, y el otro día una amiga que trabajó para una empresa pública hace tres o cuatro años me dijo que salió de allí espantada de ver cómo los políticos y sus amigos se repartían el dinero.
Los medios de comunicación llevamos años haciendo públicos todos estos desmanes, pero el efecto parece ser el contrario al deseable en una democracia que se precie de serlo. La gente está harta; la gente no tiene conciencia de que nos están robando a todos, de que es nuestro dinero; a la gente le preocupan otros problemas, según la encuesta del CIS, como el paro, la inmigración, la vivienda, la educación o los nacionalismos. Quizás hace falta algo más de presión por parte de los medios, un mensaje claro, del tipo: "te están robando a ti", y una exigencia continua de dimisión o destitución de los corruptos. Hay que hacer algo.