Después de leer sobre la niña photoshop yo me dije “no… no irás”. Entonces llego y me encuentro con que Mai volvía del cine y me dice “ostras, la mejor de todas”. Entonces, otra vez, mi orgullo y yo nos bajamos del burro y decido recoger los trastos y sacar dos entradas para hoy.
Y ahora, al salir, me pregunto a mí y al mundo: ¿Era necesaria?
¿Era necesario ese bebé androide?
¿Era necesaria una segunda parte en la que no sucede nada? (Si es que el libro ya fue lo peor de lo peor, ¡a quién se le ocurre dividirlo en dos partes!)
¿Era necesario el polaco chungo?
¿Y que el lobo se despelotara?
¿Y que la niña se pase el día toqueteando a todo el mundo?
¿Y que no me haya emocionado ni una pizca mientras que la de mi lado no ha parado de llorar?
¿Era necesario dejarse el sueldo para irme a aburrir como una ostra?
¿Y la escena cutresalchichera del futuro de la familia Cullen-Black?
Pues qué queréis que os diga, quizá sí que era necesaria, porque las risas que nos hemos echado el socio y yo a costa del film no tienen precio.
Ni Jacob, ni blanquito, ni nah…
Team Sebastian forever