Indignidad animalista

Caterina Simonsen, joven italiana que padece cuatro raras enfermedades genéticas que la tienen conectada a varias máquinas le agradeció a los científicos en su página de Facebook que hubieran avanzado en su tratamiento gracias a la investigación con animales, a lo que decenas de animalistas respondieron deseándole la muerte.

Miles de científicos de todo el mundo están siendo intimidados por estos defensores de los animales, aunque exigen que los traten de cualquier enfermedad que se cura gracias a sus ensayos.

Hay organizaciones como PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) de las que han salido fanáticos que volaron laboratorios y asesinaron a científicos.

La ciencia no puede avanzar sin ensayos con animales, como se comprueba consultando en internet la página http://www.animalresearch.info/, en la que descubrirá que 88 de los 104 Nobel de Medicina se debieron a esas investigaciones.

Desde el de 1901, para Emil von Behroing, creador de la sueroterapia empleando ratas, conejillos de indias, vacas y caballos, hasta los tres de 2013, por descubrir cómo se regula el tráfico de vesículas, conseguido gracias a los hámster y otros roedores, prácticamente todos los avances médicos se han debido a probarlos con animales.

Aunque los ensayos para cosméticos sean condenables, otra cosa es la elaboración de sulfamidas, antibióticos, anticancerígenos, o tratamientos paralas tuberculosis, malaria, hepatitis, diabetes, SIDA y decenas de enfermedades comunes, además de traumatismos y cirugías.

Gracias a ello en países como España ha aumentado la esperanza de vida en varias decenas de años.

Su indignidad o maldad antihumanista llegó al extremo de decirle a la muchacha italiana que debería haber sido abortada: antes un aborto humano que el de un ser irracional.

Habría que exigirle a los animalistas que no vayan al médico, y que se dejen morir sin tratamiento.  Debería ser su deseo para 2014.

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SALAS

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FELIZ 2014.

Entra el nuevo año y estamos como señala Salas. Pero el deseo del cronista, y el suyo, sin duda, es que todos ustedes tengan un buen año.

Y que me perdonen quienes me escriben: el descontrol que provoqué en mi base de datos, y que ya expliqué anteriormente, todavía no me permite contestar. Gracias a todos.