Hace poco leía un artículo de un psicólogo que
defendía que pensar en otra persona mientras estás haciendo el amor con tu
pareja era infidelidad, de menos intensidad pero infidelidad. También explicaba
que si tenías fantasías sexuales con otras personas pero incluías en ella a tu
pareja no se podía considerar infidelidad (supongo que esto implicaba que si no
metes a tu pareja en la fantasía si podría considerarse infidelidad). Y la
verdad, me quedé con los ojos como platos.
Está claro que esas ideas y la
ideología que ocultan son más un problema moral que una opinión profesional y
es que cuando hablamos de infidelidad hablamos en primer lugar de un tema moral
y solo después surgen otras cuestiones. La fidelidad depende de las normas y pactos
a los que haya llegado la pareja. Es el incumplimiento de esos acuerdos lo
que marca la infidelidad y por lo tanto parejas con diferentes compromisos y
normas tendrá distintos limites tras los cuáles podrá aparecer la infidelidad.
Entendiendo que estamos hablando
de la infidelidad amorosa en una
relación de pareja, la fidelidad se suele definir como la ausencia de una relación amorosa, sexual o erótica con una tercera
persona (o más de una tercera persona). Y es aquí donde puede surgir la duda,
¿qué implica una relación con otra
persona? ¿Cuándo hablamos de amor, de atracción, de sexo, de erotismo? ¿Puede
una relación estar solo en la cabeza de alguien o se tiene que materializar?
¿Si dos personas con pareja quedan a tomar un café y existe atracción mutua ya
están siendo infieles? ¿Existe, como si
de pecado estuviéramos hablando, infidelidades de pensamiento, obra y omisión?
No hay nada más grande que la
mente humana y no hay nada más importante que necesite ser libre que la mente
humana. Nuestras emociones y pensamientos son nuestros y sin embargo a veces, no podemos regularlos, ponerlos en su sitio o
comprenderlos. ¿Somos infieles si nos sentimos atraídos por otra persona? ¿Y si
incluso sentimos que podemos querer a esa persona? ¿Si dudamos de si nos hemos
enamorado? La duda no significa nada, la duda es solo una pregunta, no una
respuesta y por lo tanto no es señal de nada, ni por supuesto de amor o desamor.
Supongo que habrá alguien en el
mundo que nunca se haya sentido atraído por otra persona distinta a su pareja,
pero yo no la he conocido. Es normal que nos puedan atraer otras personas y eso
no significa que no queramos a nuestra pareja, como se suele decir “uno puede
tener pareja pero también tiene ojos”. Es preciso tener amigos y amigas,
compartir nuestra vida y momentos de nuestra vida con personas más o menos
cercanas. Y en esas relaciones sociales (sean relaciones estables de amistad o
simples relaciones puntuales) puede surgir la admiración, la atracción, el placer
de compartir una conversación o un instante. ¿Y entonces, somos infieles?
¿Tenemos que huir de esa situación como pollo sin cabeza? ¿O solo tenemos que
tener cuidado y no meternos en berenjenales?
¿Y las fantasías? ¿Y desear y
jugar con la idea de una aventura sexual o cualquier otra aventura? Si las
fantasías sexuales con otras personas es ser un poco infiel, está claro que
fantasear con matar a alguien es ser un poco asesino (dicho esto con un tono
claramente irónico). Salvo que aceptemos la hipótesis freudianas (muy antiguas
y superadas) de que las fantasías son representaciones mentales del
subconsciente, las fantasías son juegos de nuestra mente, un tipo de
cogniciones que no tienen más valor que el que le queramos dar. Nada tienen que
ver con la realidad ni con deseos ocultos salvo que decidamos darle ese
significado.
Cada pareja y cada persona es
libre de poner los límites que quiera, pero es importante señalar que unos
límites que no dejen espacio para cada uno de los miembros de la pareja son
límites que suelen degenerar en relaciones de poder y dependencia. Si
encerramos nuestra relación a salvo de cualquier pensamiento, emoción y
fantasía quizás seamos fieles, pero posiblemente nos estemos alejando de
nuestra felicidad y del amor.
Y la semana que viene, terminaremos (por ahora) con esta serie de artículos sobre la infidelidad. Hablaremos de intenciones, y de infidelidades que no sean solo de pensamiento...