¿Influye el clima en nuestros estados de ánimo?

Felicidad medida en grados Celsius. Influencia del clima en los estados de ánimo.

"El día está rico para estar en cama viendo pelis" es una frase que he escuchado y dicho con frecuencia en días lluviosos. Otros, al abrir la ventana y recibir el sol, casi sin ser consciente, sonrío. Y es que, indudablemente el clima influye en nuestro estado de ánimo.

Así lo demuestran varios estudios científicos. Estos indican que los estados de ánimos positivos se encuentran relacionados con las temperaturas moderadas, ya sean cálidas o frías, e incluso la lluvia que parece que conlleva a la tristeza o la nostalgia, de forma moderada aporta cierta calma. En los países más fríos, en invierno, puede aparecer el llamado Trastorno Afectivo Estacional, cuyas siglas en inglés, paradójicamente forman la palabra SAD (Seasonal Affective Disorder), esta palabra significa "triste" en ese idioma.

Los que sufren este trastorno se encuentran afectados por la falta de luz en los inviernos fríos y oscuros, e incluso, estudios han demostrado que tienden a sentirse mejor cuando se exponen a la luz del sol en las mañanas. Sin embargo este trastorno es poco común.

Se ha demostrado que aunque el frío afecta el estado de ánimo, la incidencia suele ser exagerada por las personas. Es decir, el frío puede afectar, pero no tanto como para sufrir depresión.
Un equipo internacional de investigadores de varias universidades, entre ellas el MIT, la Universidad de San Diego y la Universidad de British Columbia realizaron un estudio durante 7 años donde analizaron mas de 2.400 millones de mensajes de las redes sociales y su relación con las condiciones meteorológicas del lugar desde donde se enviaba el mensaje. Comprobaron que hay más expresiones positivas durante el día si las temperaturas oscilan entre los 20 y 30 grados. En la noche, sería alrededor de los 15 grados.
Otro factor que analizaron fueron las lluvias, concluyendo que mientras más llueve, más negativos son los mensajes. Un aumento de la humedad y los cielos nubosos provoca que también suban en un 80% los mensajes tristes y pesimistas.
Según indica la Universidad de California en Berkely parece existir una relación entre las altas temperaturas y la violencia, señalando que en alguna medida, altos grados provocan mayor irritabilidad.

Además, un estudio del Headache Journal, señala que algunas enfermedades neurológicas se ven más afectadas por los cambios climáticos, por ejemplo el 61% de las personas que padecen migrañas, empeoran con estos cambios.
La revista Emotion también señala que en los días de viento las personas suelen reflejar agobio y ciertos niveles de ansiedad y malestar. La temperatura, la luz del sol, el viento y las precipitaciones no parecen tener un impacto notable en el estado de ánimo positivo, pero sí tuvieron un efecto sobre el estado de ánimo negativo.

Obviamente a todos no les afecta por igual, hay personas que son más vulnerables y otras a las que apenas les influye. Esta fue una de las principales conclusiones del estudio realizado en el 2008.
También se reconoce, que las dificultades relacionadas con el clima extremo, pueden cultivar la empatía. Por ejemplo ante catástrofes, sismos o ciclones se suele apreciar solidaridad y altruismo en varias personas.

Los científicos exponen que la luz del sol nos aporta vitamina D, que afecta los sistemas hormonales, produciendo una modificación de nuestro sistema endocrino, el encargado de producir hormonas como la melatonina o la serotonina. Estas nos hacen sentirnos agradables y provocan una mayor motivación en la realización de la actividades sociales.

Los cambios en su nivel influyen sustancialmente no sólo en nuestra función cerebral, sino también a nuestra percepción general del medio ambiente y de la gente que nos rodea. Se ha comprobado que la serotonina está en parte condicionada por la luz solar, ya que disminuye al atardecer y aumenta al amanecer. Esta tiene una función importante en la inhibición de la ira, la agresividad, el humor y el sueño. Con niveles bajos de esta hormona podemos sentirnos apáticos, tristes y enfadados, en cambio, a niveles elevados, nos sentiremos más alegres, felices y eufóricos. Cuando hay mucho calor, la tensión y la glucosa bajan, por ello puedes sentirte sin energías y sufrir migrañas, conjuntivitis y alergias, además de falta de atención.
Nuestro estado de ánimo está influido por muchas variables con las que estamos en contacto, como las personas que nos rodean, nuestras obligaciones, la situación personal, laboral y, el clima.

Es por ello que estas influencias mencionadas, no son estándares, ni por ello se debe etiquetar conductas, o personas de diferentes regiones del planeta. Su influencia será de manera diferente, dependiendo también de la propia personalidad o el estado general de cada persona en ese momento y contexto.

En resumen, los estudios parecen indicar que si tienes un buen día, es probable que el mal tiempo no te afecte demasiado. Pero si te sientes mal ya desde que te levantas, es probable que un día nublado fácilmente haga que tu estado de ánimo vaya a peor; y se aprecia también una mayor vulnerabilidad de algunas personas por encima de otras.
En general, las investigaciones sobre el tema son bastante interesantes, sin embargo, queda aún mucho que avanzar e indigar en el campo de las relaciones entre el clima y los estados de ánimo.

Referencias
Gómez, R. (13 de julio de 2018). Sanitas WebSite
INFOBAE. (2019). Días de lluvia, frío y calor: cómo influye el clima en el estado de ánimo y la personalidad.
Porras, C. (2015). ¿Afecta el clima el estado de ánimo? Trastorno Afectivo Estacional. Instituto Quirúrgico de Andalucía.
Rodríguez, E. (29 de mayo de 2015). La mente es Maravillosa WebSite