Revista Salud y Bienestar

Información de salud en internet.(I)

Por Jfnietopajares

verdad_mentira

Cuando hablamos de información sobre salud en internet, un problema que existe es la calidad científica/seguridad de esa información, si está contrastada y es correcta. Puede ocurrir que de forma voluntaria o no, se difunda información que no sea correcta o incluso que pueda producir daños en los usuarios. Es muy  importante conocer las fuentes, su rigor y fiabilidad. Detrás de determinadas informaciones pueden existir intereses de terceros, ciertamente legítimos (empresas farmacéuticas, centros asistenciales, aseguradoras) que la condicionen. En mi opinión las Autoridades Sanitarias deberían regular estos contenidos. El ejemplo típico son las web que fomentan la anorexia.

Como otros aspectos de la vida, el sentido común es una buena actitud frente a la información de salud en internet, y como siempre el médico debe ser nuestro confesor de confianza, con quien contrastar los datos y aclarar las dudas.

El profesor , José Joaquín Mira, en su decálogo para el uso responsable de la información sanitaria obtenida en Internet, nos recomendaba en el año 2006, los siguientes puntos a la hora de visitar  páginas web con información sanitaria.

1.- No se quede sólo con lo que dice la primera página que encuentre en Internet al utilizar cualquier buscador. No siempre esta primera página es la mejor. Contraste la información y si tiene dudas, coméntelas con su médico.

2.- Las páginas de Internet pueden contener, al mismo tiempo, información correcta junto a otras informaciones incorrectas. Aunque Internet puede facilitarle mucha información es su médico quien sabe lo que más le conviene.

3.- Cuando navegue por Internet verifique la fecha de la última actualización de la página que consulta. Puede estar examinando información desfasada, que no sea acorde con los últimos adelantos de la Medicina.

4.- Cuando navegue por Internet verifique quién financia la página. Diferencie lo que es información de lo que es publicidad.

5.- Fíjese si los consejos que aparecen son solo opiniones o están basados en investigaciones científicas y si esas investigaciones son recientes (hechas en los últimos 5 años como máximo). Siempre es mejor visitar y navegar entre páginas de instituciones sanitarias de reconocido prestigio nacional o internacional.

6.- No se deje guiar, a la hora de elegir una página, por su diseño o sus fotos. Es importante la forma en que se presenta la información pero lo es más su contenido.

7.- Que la página web esté escrita en un lenguaje muy técnico no es sinónimo de que sea correcta la información que contiene.

8.- Cuando consulte sobre algún tratamiento piense que lo que va bien a unos pacientes no tiene que ser recomendable para todos.

9.- No se fije sólo en la información positiva de los resultados de los tratamientos. Lea también con atención el perfil de los pacientes que se someten a ese tratamiento y las posibles complicaciones y efectos adversos.

10.- Por último, piénselo dos veces antes de facilitar datos personales o  datos clínicos en chats o páginas web. Hágalo solo cuándo esté plenamente seguro del uso que se va a hacer de los mismos.

 


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