A día de hoy, le hemos dedicado numerosos artículos a la prestación del Ingreso Mínimo Vital (IMV). Esta ayuda fue lanzada como una medida estrella, pareciendo casi la panacea para los problemas de las familias más vulnerables de nuestro país.
Sin embargo, tras observar su evolución a lo largo de estos mas de 8 meses, y analizar sus resultados. Podemos afirmar que de "estrella" no tiene nada.
En ocasiones, nos resulta incomprensible que la gestión de esta ayuda esté siendo tan deficiente y esté teniendo tantísimos problemas. Teniendo localizados la mayoría de los puntos débiles a reforzar.
Muchas son las entidades, plataformas o agentes sociales que durante estos meses han ido lanzando propuestas de mejora al gobierno, hasta ahora, sin éxito alguno. En la mayoría de las ocasiones se coincide en estos "puntos flacos" que tanto necesitan de una vuelta de tuerca, y que, hasta el momento, la administración no está atendiendo como se debería.
A continuación, mencionaremos algunas de las propuestas que consideramos clave para conseguir que el funcionamiento del IMV mejore y prospere a los niveles necesarios.
Refuerzo del personal empleado
El primer problema del IMV que se nos viene a la cabeza es el gran retraso que lleva con respecto a lo prometido en un principio. Como ya hemos mencionado en múltiples ocasiones, tenemos a miles de familias esperando respuesta desde el pasado junio de 2020.
Una de las soluciones, aparentemente evidentes, es la de contratar a más personal cualificado para realizar las tareas de recepción, tramitación y resolución de la prestación. Además de reforzar el personal destinado a proporcionar información y asesoramiento a las personas solicitantes.
Los conflictos de personal que saltaron a la palestra hace unos meses no se han vuelto a mencionar, y no precisamente porque estén solucionados. Nos han desviado la atención, nos han asegurado que el colapso a estas alturas ya no es tal, y no se ha vuelto a hablar del tema.
Si sumamos a la cantidad de personas desempleadas que podrían optar a estos puestos de empleo, más la necesidad de la creación de dichos puestos, ¿Qué les impide exactamente para que esto no ocurra?
Lo que si está claro es que existe una falta de presupuesto destinado a esta ayuda. Debido a esto no puede llegar a cubrir mayores recursos, y las cuantías a las personas a las que se les apruebe la ayuda.
Pautas claras y concisas a la hora de tramitar los expedientes
Como era de esperar en una prestación nueva, las medidas, requisitos, parámetros, etc., se van modificando y adecuando según vaya evolucionando en el tiempo. En muchas ocasiones, las medidas han variado en un corto periodo de tiempo, y esto, puede llevar a confusión a la hora de implementarlas.
Todos los profesionales relacionados con la gestión del IMV tienen la obligación de estar informados de las ultimas novedades para poder dar un servicio adecuado, sin embargo, no siempre es posible. Ocurre que las modificaciones se anuncian primero, sin estar aprobadas y sin que aparezcan en el BOE.
Es entonces cuando la ciudadanía clama por esas modificaciones que, si aun no está aprobadas para poder aplicarse a su solicitud, comienzan a generar dudas y conflictos.
También nos encontramos con que el tiempo entre que se anuncian las medidas, y se incluyen en el real decreto ley puede llegar a ser bastante espaciado. Volviendo a generar confusión entre la población y los empleados encargados de la tramitación.
Es por ello que se necesitan una pautas muy concretas y muy claras a la hora de aplicar las medidas existentes, modificadas, y futuras. Que solo se puede lograr si existe una buena coordinación entre todos los agentes relacionados, y de ahí pasamos al siguiente punto a considerar.
Mejorar la coordinación entre las entidades relacionadas
Con una prestación de tal envergadura, se debería de contar con una red de coordinación firme y eficaz, cosa de la que actualmente el IMV carece.
Desde el Gobierno declaran que se valdrán de las Comunidades Autónomas para tramitar los expedientes de manera efectiva. Sin embargo, en la práctica, las autonomías apenas obtienen mayor información de la que se puede obtener por prensa, y las pautas resultan confusas e incompletas.
Por otro lado, hemos comprobado como desde la propia Seguridad Social tampoco se tiene buena coordinación con el equipo de gobierno responsable, y viceversa. Desembocando todo ello en confusiones, toma de decisiones "por libre" e incongruencias que acaban afectando a los expedientes de los solicitantes.
Debemos sumar a la ecuación a las ONGs y las asociaciones que también sirven de orientación y asesoramiento a las personas que solicitan el IMV.
Al final, existen diversos frentes implicado entre los que no existen buena comunicación ni coordinación, y que terminan por perjudicar y retrasar la gestión de la ayuda.
Mayor trasparencia en cuanto datos y resoluciones emitidas
Relacionado con el tema de la falta de coordinación del anterior párrafo, nos topamos con una grave carencia de trasparencia a la hora de aportar datos actualizados y oficiales. Además de la poca información que obtienen los solicitantes una vez su expediente ha sido resuelto.
La Seguridad Social, los Servicios Sociales y las entidades relacionadas, están saturadas ante las dudas generadas ante los cambios de estado y resoluciones recibidas.
Aunque se informa de que los estados que aparecen en la sede electrónica de la seguridad social no son vinculantes y ni definitivos. No quita que produzcan dudas e incertidumbre entre los solicitantes, ya que los estados no vienen acompañados de explicación alguna sobre su significado o pasos a seguir.
Además, a la hora de consultarlo con la seguridad social, ha habido casos de que se han obtenido respuestas diferentes. Por lo que se genera mayor confusión entre la población y favoreciendo los bulos la desinformación.
A la hora de recibir la notificación de la resolución definitiva de nuestra solicitud, es cierto que nos explican de cierta manera la motivación de tal respuesta. Sin embargo, la administración debería de tener en cuenta que en ocasiones resulta insuficiente.
La mayoría de las personas que reciben una resolución negativa, necesitan acudir al INSS a los servicios sociales o a alguna entidad para que les aclaren las causas que ahí indican.
Esto debería de ser un toque de atención para que las notificaciones sean más claras y completas, ya sean negativas o positivas.
Otras propuestas de mejora
En lo que al ingreso mínimo vital se refiere, la lista de mejoras podría ser enorme. En este caso, hemos querido remarcar aquellas que consideramos básicas para que el funcionamiento de la prestación sea positivo. Y esta necesaria ayuda prospere en la medida de lo posible.
Podríamos adentrarnos en lo relacionado con los umbrales de patrimonio, los requisitos, los beneficiarios excluidos y las cuantías insuficientes, por poner algunos ejemplos. Sin embargo, para que la mejora sea realista, se debería empezar con lo esencial y una vez esto funcione, podríamos meternos en materia y contenido de la prestación.