Estos días ha sido noticia un entrenador de futbol de niños pequeños por dar a sus peques una charla antes de un partido en la que les incitaba a la empatía y el compañerismo en vez de a la rivalidad. Me lo contaba mi marido cuando le comentaba que quería escribir un post sobre el tema y la verdad, me pareció algo muy triste, no por lo que hizo el entrenador, que me parece algo estupendo, sino porque algo así sea noticia.
No entiendo mucho de futbol y menos aún de cómo entrenar a los niños para ello, pero, como madre y persona que trabaja con niños sé lo importante que es la educación y los ejemplos que se les da desde pequeños y creo que en esto, y sobretodo en los primeros años de vida, lo que hay que enseñar son valores como el compañerismo, la solidaridad y la empatía, hay que hacer que los niños entiendan la importancia del deporte, que aprendan a disfrutar de él, ganen o pierdan, pues luego, cuando sean mayores, ya decidirán si quieren seguir con ello o no.
La inspiración para escribir este post me vino hace poco en un partido de futbol de los niños pequeñitos (5 y 6 años) de Luceni, el pueblo en el que vivo, y en cuyo equipo además juegan varios sobrinos míos. A un lado un entrenador gritando a los niños y enfadándose cada vez que les metían un gol, al otro dos entrenadores animando a los niños a jugar y elevando la voz sólo si algún niño no escuchaba lo que les decían, por suerte los nuestros eran estos últimos.
En los pocos partidos a los que hemos ido ya me ha dado tiempo a ver a niños agobiados por tener a alguien en la banda que les grita o que se enfada si hacen algo mal, a niños que si pierden el partido se van enfadados al vestuario porque los entrenadores todavía están más enfadados que ellos. En cambio también he visto a Luis e Ignacio (los entrenadores de Luceni), obligando a los niños de su equipo a dar la mano a los contrarios a pesar de haber perdido el partido, o sacando a jugar a todos los niños independientemente de que lo del futbol se les de mejor o peor.
Creo que sometemos a los niños a una presión continua en esta sociedad en la que vivimos: dependen de nuestros horarios de trabajo, van corriendo a todos los sitios, tienen deberes en el cole (o en la mayoría de los colegios) desde pequeños y mil cosas por hacer…y no me parece justo que en las actividades que realizan por gusto también se les meta esa presión. Tienen que divertirse y disfrutar a la vez que aprenden, con 5 años no podemos hacer sentir mal a un niño por haber fallado un gol, o eso es lo que a mí me parece.
- Creo que si un niño va a una actividad extraescolar tiene que ser (a no ser que sea algo de fuerza mayor, por ejemplo natación para aprender a nadar y evitar peligros) porque él lo elija y porque le guste.
- Creo que no es justo proyectar nuestros fracasos en ellos y hacerles hacer algo que no les gusta sólo porque nosotros no pudimos hacerlo.
- Creo que un padre (o madre) que presiona a su hijo en la práctica de un deporte, lo único que va a conseguir a la larga, o por lo menos en la mayoría de los casos, va a ser que el niño, cuando pueda decidir por sí mismo, decida dejar de hacerlo y además coja manía al deporte en general en vez de aprender a disfrutar de él.
Aprovechando mi inspiración para escribir este post he querido hacer unas pequeñas preguntas a Ignacio y Luis, los entrenadores de los que os hablaba para que nos contaran un poco más acerca de cómo se entrena a unos niños tan pequeños, esto es lo que me han contado:
- ¿Cómo se entrena a un equipo de niños que con 3 o 4 años deciden que quieren jugar a futbol?
Ignacio: Principalmente se intenta hacer juegos divertidos para que se lo pasen bien durante esa hora, tan pequeños es una pérdida de tiempo enseñar cosas tácticas del fútbol. El objetivo es que pasen el mayor rato posible con el balón y pasándoselo bien con sus amigos.
Luis: Entrenar un equipo de fútbol de iniciación no es un trabajo cualquiera. ¿Por qué?, os preguntaréis. La respuesta es muy sencilla, no conozco a ningún entrenador que lo haga por una cuestión económica, todos lo hacemos por el simple gozo de entrenar junto a los más pequeños. Es muy gratificante ver como los niños aprenden, como van evolucionando conforme pasan los días, como tu esfuerzo es correspondido con simples sonrisas o como al terminar el entrenamiento si les ha gustado te dicen un “te quiero”. Todas estas muestras de cariño valen más que todo el oro del mundo porque te vas a casa con la satisfacción de que por lo menos ellos valoran tu trabajo.
Es una labor muy agradable pero en la cual es necesaria tener una paciencia infinita, cuántas veces hay que repetir las explicaciones porque la mitad no han entendido el juego, o cuántas veces hay que parar el ejercicio porque uno se ha colado al otro y están discutiendo y sobre todo cuántas veces hay que agacharse para atar unos cordones que se han desatado. ¿Merece la pena? Para mí sí.
Si hablamos de aspectos más técnicos, al fútbol de iniciación casi no se le debería llamar fútbol. Durante los entrenamientos se busca que el niño disfrute y se divierta a través del juego, por lo que hay numerosas actividades lúdicas que están más relacionadas con el trabajo de la coordinación que específicamente con el fútbol. Los aspectos técnico-tácticos ya se aprenderán más adelante. Es decir, en estas edades hablamos de un deporte para todos, más que un deporte de rendimiento.
- ¿Qué se les suele decir a los niños antes de un partido?
Ignacio: Personalmente intento no dar mucha información porque los niños vienen nerviosos al partido, además suelen atender más a la grada que al entrenador y en muchos casos en casa previamente también les han calentado la cabeza. Así que antes del partido información clave y concisa.
Luis: Antes de los partidos se les da una consigna que todos los días se repite, es obligatorio divertirse. Unos lo hacen más y otros menos pero es algo que todos al terminar el partido consiguen independientemente del resultado.
- ¿Cómo se viven en el vestuario las victorias y las derrotas?
Ignacio: A estos niveles de iniciación para un entrenador no es de vital importancia el ganar o perder, es más por ellos o sobre todo por los padres que se dan la alegría del día. Muchos niños si el partido está disputado no saben si han ganado o han perdido. Yo me voy contento si el jugador va asimilando las ideas que les hemos ido trasmitiendo a lo largo de los entrenamientos.
Luis: El resultado, es un tema del que podríamos hablar larga y tendidamente, es esa gran losa que los adultos inconscientemente inculcamos en los niños y que perjudica en su aprendizaje. Aunque no seamos conscientes, con simples comentarios, introducimos la idea de que ganar es bueno y perder es malo. Una idea que en los adultos puede ser que sea cierta (sólo posiblemente) pero que en los niños no se debe ni siquiera plantear.
Afortunadamente a los niños no les importa el resultado, en primer lugar porque aunque saben contar, una vez que hay más de dos goles ya no saben cuál es el marcador por lo que al terminar no saben si han ganado o perdido. Y sobre todo porque por mucho que nos alegremos con ellos cuando ganen o nos alegremos un poco menos cuando pierden, a ellos realmente les da igual, lo que quieren es pasar un buen rato con los amigos y que sus padres vean que bien se lo pasan disfrutando del fútbol, baloncesto, tenis o cualquier deporte que practiquen.
Además, Luis añadía lo siguiente: En un futuro me gustaría que estos niños me recordaran como recuerdo yo a muchos de mis antiguos entrenadores. Desde mi experiencia he tenido de todo, entrenadores a los que todavía tengo mucho cariño y entrenadores que son más estrictos y serios pero de los cuales también tengo un grato recuerdo. Cuando era pequeño decía que tal entrenador era mejor porque nos había regalado más chucherías o porque nos había dado una medalla. Una vez que analizo sus trabajos esta perspectiva, lógicamente, ha cambiado. Recuerdo un entrenador que nos enseño muchísimo a jugar a fútbol pero sobre todo lo recuerdo por el grupo que creó, un grupo que ha llegado hasta la edad adulta.
Es una suerte que los niños de Luceni tengan estos entrenadores, lo que deberían tener todos los niños en todos los deportes del mundo :-)
Mil gracias chicos por dedicar un ratito de vuestro tiempo a esta entrevista y no perdáis nunca esas ganas e ilusión.