Revista Espiritualidad
Pía Figueroa
Antes que los mismos santiaguinos lograran tomar contacto esta mañana con sus parientes y amigos del Sur, donde el terremoto de anoche tuvo su epicentro con una intensidad de 8,3° de la escala de Richter y una duración de casi 2 minutos, comenzaron a dar inmediata señal de preocupación y apoyo los humanistas de todo el mundo.
PressenzaSantiago, 2010-02-27Muy significativos han resultado la cantidad de llamados, correos electrónicos y Pedidos que desde todas partes del mundo se han estado recibiendo en Chile y que desde nuestra agencia Pressenza hemos estado recibiendo desde la madrugada, con la solidaridad y el apoyo de humanistas y amigos periodistas de diversas latitudes.
El terremoto que se sintió a las 3:34 horas - tal vez el de mayor duración de la historia sísmica del país - de una intensidad cercana a los 8,3° de la escala de Richter y con sucesivas réplicas que siguen abarcando a toda la zona central y del sur del país (seis regiones en total), constituye sin duda una catástrofe nacional.
Hay muertes - se cuentan más de 80 en esta mañana de sábado - hay heridos, daños en muchas edificaciones, pero lo que a primera impresión más sorprende es el tremendo daño a la infraestructura de calles, pasos sobre nivel, vías de acceso, carreteras, puentes, aeropuerto internacional, etc... Más que viviendas o inmuebles, son las vías de transporte y comunicación las más afectadas. Y entre éstas, las consesionadas.
Da como para pensar porque son estas obras, las consesionadas, las que son menos fiscalizadas al momento de su construcción... Da como para pensar también porque son obras privadas, que se cobran a quienes las usan...
No tenemos todavía informaciones más completas y estamos concientes que sólo informamos de parcialidades. Pero la inmediata avalancha de cariño, cercanía y preocupación de tantos amigos de diferentes lugares del mundo, ofreciendo su apoyo y haciendo Pedidos de Bienestar, nos llevan a emitir esta señal en reciprocidad, agradeciendo la humanidad que se manifiesta en los momentos de catástrofe