Inmovilidad, un círculo vicioso

Si nos queremos mantener jóvenes, el movimiento es la clave y la salvación; o al revés, la inmovilidad, el no moverse, hace envejecer más rápido. O te mueves, o te oxidas.
La regla es moverse, mantenerse activo a pesar de la edad. Y vale tanto si estamos sanos como si somos personas con problemas de movilidad y debemos guardar cama. Existe la creencia, equivocada, de que a cierta edad debemos guardar cama y reducir la actividad física. Se puede tender a reducirla involuntariamente, a menudo por algún problema físico, y hay que ir con cuidado porque, si se deja, pronto no se podrá volver a hacer, es un círculo vicioso.

Pensamos que con la edad no se puede mejorar la capacidad física, solo mantenerla ¡y no! Podemos mejorar físicamente con la actividad y sentirnos más jóvenes a pesar de los años. El movimiento, aunque sea poco, ayuda a mejorar el pulso cardíaco, a disminuir la tensión arterial y el nivel de grasas en la sangre.
No es ninguna tontería la frase "lo que no se utiliza se pierde". Tenemos que involucrar en el movimiento a todas las extremidades. Incluso en una silla de ruedas podemos hacer ejercicios de brazos y hombros regularmente.
La gente mayor con graves problemas de movilidad necesita algo más que simples ejercicios. Pero hay que tener en cuenta que una lesión física no significa imposibilidad total de moverse. Existe una gran variedad de aparatos, desde el típico bastón a las sillas de ruedas electrónicas. Hay que consultar al médico especialista y pedirle consejo, naturalmente. Pero la voluntad la pone cada uno.