En julio de 2013, el proyecto Ciudadanía 2.0 de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) en conjunto con el Programa de Participación Ciudadana de Presidencia de Panamá, la Secretaría de Cultura de la Prefeitura de São Paulo, la AECID, la Fundación Unidos en Redy el Banco de Desarrollo de América Latina CAF, comenzaron a impulsar el proceso Innovación Ciudadana. Bajo el lema Participación digital para la transformación social se formó un grupo de trabajo de 41 integrantes compuesto por representantes de la Administración Pública (locales y nacionales), empresas, organismos internacionales y organizaciones sociales provenientes de los distintos países que componen la región iberoamericana. Paisaje Transversal, MediaLab Prado, la Tabacalera Lavapiés, el Vivero de Iniciativas Ciudadanas, Goteo, el proyecto Irekia del Gobierno Vasco, Futura Media (Brasil), Conecta Kultura (México), Wikimedia México, Telmex (México), Digitel (Venezuela), la Dirección General de Economía Creativa del Gobierno de Buenos Aires (Argentina), el Gabinete Digital del Gobierno de Rio Grande do Sul (Brasil) o el departamento Gobierno Abierto del Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Chile) hemos sido algunas de las entidades convocadas (la lista completa está al final de este artículo).
Innovación Ciudadana es el primer proceso de trabajo a escala iberoamericana basado en una dinámica colaborativa y abierta lanzado desde un organismo internacional. De esta manera, se han establecido una serie de canales y dispositivos para informarse y participar en el proceso, cuyos máximos exponentes son el hashtag #InnovaciónCiudadana (un canal abierto en el que cualquier persona puede aportar ideas y plantear debates) y las diferentes redes sociales que se han habilitado para tal efecto: la sección «Innovación Ciudadana» alojada en el blog de Ciudadanía 2.0 así como la página de Facebook de este proyecto, y una cuenta de Twitter específica de Innovación Ciudadana (@Innovaciudadana).
El objetivo general de este proceso pionero es impulsar la «innovación ciudadana», entendida como la participación activa de los ciudadanos en iniciativas innovadoras que buscan transformar la realidad social mediante el uso de las tecnologías digitales, con el fin de alcanzar una mayor inclusión social. Es decir, iniciativas de participación ciudadana e innovación social, cultural y política, que pueden provenir de la sociedad civil, organizaciones públicas o privadas y que en sus procesos integran a los ciudadanos como «prosumidores» de las soluciones novedosas que mejoren sus condiciones de vida[1].
¿Qué es la «innovación ciudadana»?
Como expuso Marcos García de MediaLab Prado Madrid, «hablar de innovación ciudadana ayuda a ensanchar el significado restringido que habitualmente se le da y eso significa que es necesario pensar en nuevos modelos que permitan medir y evaluar su alcance que vayan más allá de los indicadores que se suelen utilizar. Este es un asunto que se ha discutido en el ámbito académico desde distintos enfoques: innovación social, innovación de los usuarios, innovación oculta…». Eric von Hippel plantea una interesante aproximación al respecto, por ejemplo.
Pero más allá de la definición (abierta, difusa incluso) acuñada para el proceso y las ideas que han surgido al respecto, durante el proceso se han establecido una serie de características que permiten dibujar un contorno más nítido para este novedoso término. Sirvan los siguientes puntos como una especie de protodecálogo sobre la innovación ciudadana:
- Espontaneidad: La innovación ciudadana (IC) no atiende, o no ha atendido herramientas o metodologías preestablecidas; si no que es una respuesta intuitiva a ciertas necesidades insatisfechas de una comunidad.
- Contextualización: Generalmente, la innovación ciudadana surge como respuesta a una necesidad local a resolver a través estrategias ad hoc que responden a códigos socioculturales y herramientas propias de cada contexto local.
- Participación: Los procesos de participación permiten desatar mecanismos que fomentan la «inteligencia colectiva» (indispensable para el desarrollo de la innovación ciudadana, añadimos), en tanto que producen acuerdos comunitarios; es decir, son producto de la suma de múltiples visiones, perspectivas e ideas.
- Autonomía: El pensamiento practicado desde los colectivos sociales no siempre tiene que estar apoyado en tecnologías de la información o herramientas digitales. Es cierto que, ayudados por las tecnologías digitales numerosos colectivos son capaces de autorganizarse mejor mediante prácticas colaborativas, el trabajo en red y la transferencia de conocimiento.
- Hibridación: Las iniciativas ciudadanas innovadoras desarrolladas en la esfera digital alteran a las que se desarrollan en la esfera física y viceversa. De modo que una retroalimentación entre ambas puede producir mayor innovación.
- Innovación: Hablar de innovación ciudadana ayuda a ensanchar el significado restringido que habitualmente se le da a innovación y eso significa que es necesario pensar en nuevos modelos que permitan medir y evaluar su alcance que vayan más allá de los indicadores que se suelen utilizar.
- Universalidad: El término «ciudadano» es excluyente si lo entendemos según la definición habitual, como la que se está manejando en este proceso[2], porque quedarían excluidas personas que, como los migrantes sin papeles, carecen de los mismos derechos que el resto.
Otro de los puntos clave que también ha quedado reflejado durante este proceso es la necesidad de que la innovación ciudadana no se relacionase exclusivamente con la esfera digital o con soluciones tecnológicas hipersofisticadas. De este modo, fuimos varios integrantes del equipo quienes reclamamos que la tecnología y la innovación no son exclusivamente inventos o herramientas hipertecnificadas, sino que también están asociadas a estrategias más cotidianas y colectivas. De esta forma, surgió una frase que resume perfectamente esta cuestión: «Un huerto urbano puede ser tan tecnológico e innovador como un smartphone».
Etapas del proceso
El trabajo que se viene desarrollando desde julio de 2013 se articula en dos fases: una inicial que se desplegó hasta la XXIII Cumbre Iberoamericana celebrada en Panamá el pasado mes de octubre; y una segunda que tendrá una duración de cinco años y que ya se ha empezado a desarrollar con las vistas en la siguiente Cumbre que tendrá lugar en México a finales de 2014.
Así, el primer periodo de trabajo colaborativo estuvo dirigido a generar una carta para la Cumbre de Panamá, mediante la cual los distintos Jefes y Jefas de Estado de la región se comprometieran a impulsar innovación ciudadana en su países. Para ello se dispuso un documento digital colaborativo en el que las distintas organizaciones pudimos ir haciendo nuestras aportaciones. Una experiencia muy intensa y enriquecedora en la que se generaron debates de lo más estimulantes.
Tras esta primera etapa virtual, en septiembre de 2013 se convocó un taller presencial en São Paulo (Brasil) para terminar de perfilar los contenidos de la carta abierta que habíamos iniciado meses antes. Con los resultados obtenidos durante el encuentro en Brasil, seguimos trabajando a distancia hasta finalizar la carta que se entregaría en la Cumbre de Panamá un mes más tarde.
El colofón a toda esta primera fase se produjo en el I Encuentro de Innovación Ciudadana en Panamá, previo a la XXIII Cumbre Iberoamericana. En él se presentaron algunas de las diversas iniciativas promovidas por los miembros del equipo de Innovación Ciudadana. Los resultados de esta jornada y la posterior Cumbre no pudieron ser más satisfactorios ya que los Jefes y Jefas de Estado de la región iberoamericana se comprometieron a impulsar la innovación ciudadana a través de un Comunicado Especial y un párrafo en el programa de acción (pa. D10) que reconoce y saluda los resultados del Encuentro de Innovación Ciudadana. Por si esto fuera poco, meses más tarde México incluyó la innovación ciudadana como uno de los cinco ejes principales de la Estrategia Digital Nacional. Por lo que podemos concluir que esta primera fase fue éxito rotundo.
Hasta México y más allá Tras la Cumbre de Panamá, se puso en marcha la Fase II de Innovación Ciudadana, enfocada en articular una Red de Innovación Ciudadana (RIC) de Iberoamérica, cuyo objetivo principal será asentar las bases para una agenda a cinco años dirigida al impulso de la innovación ciudadana en la región. Estas bases serán entregadas a las Jefas y Jefes de Estado en la próxima Cumbre Iberoamericana que tendrá lugar en México a finales de 2014.
Esta segunda etapa del proceso está dirigida a obtener los siguientes resultados:
- Creación de la Red de Innovación Ciudadana en Iberoamérica.
- Mapeo regional colaborativo de iniciativas de innovación ciudadana en Iberoamérica
- Documento colaborativo sobre estrategias para la creación e impulso de laboratorios ciudadanos.
- Documento colaborativo con propuestas de políticas públicas para el impulso de la innovación ciudadana.
Este nuevo periodo dio el pistoletazo de salida oficial el pasado mes de noviembre con la realización de unas jornadas en Ciudad de México, organizadas por el equipo de Ciudadanía 2.0, en las que participaron diversos representantes de gobierno, empresas, medios y sociedad civil, con el objetivo de presentar el proceso e incluir a estos actores y sus aportaciones a la RIC. Casualidad o no, un mes más tarde el gobierno mexicano incluía la innovación ciudadana como uno de los ejes principales de la Estrategia Digital Nacional (EDN).
De cara a 2014 se proyecta una serie de actividades para Innovación Ciudadana que incluye tres talleres en distintas ciudades como preparación para la Cumbre de México. Durante la misma Ciudadanía 2.0 junto a sus socios organizará el II Encuentro de Innovación Ciudadana, donde se entregarán los productos generados durante este año (mapeo de iniciativas, dos documentos colaborativos y un avance de agenda en países), y se organizará un gran laboratorio ciudadano que pueda trabajar propuestas de innovación ciudadana para ser posteriormente impulsados en México, como parte de la agenda de Innovación Ciudadana.
Por si esto fuera poco, desde algunos países se están avanzando iniciativas y agendas de innovación ciudadana, para ser presentados sus primeros resultados en la siguiente Cumbre Iberoamericana:
- Brasil (São Paulo): creación del Laboratorio de innovación y cultura, con 5 líneas de acción (cultura, ciudadanía, ciencia, comunicación y ciudad), que se denominará, Casa da Liberdade, y donde se estructurarán las políticas de cultura e innovación en São Paulo.
- Colombia (Quibdó): transformación del Centro de Memoria Muntú Bantú en un centro de referencia étnica y laboratorio ciudadano para la creación de proyectos culturales que beneficien a la comunidad chocoana.
- Panamá (Ciudad de Panamá): Creación de un laboratorio ciudadano que tenga la característica de ser el más accesible para integrar a personas con capacidades diferentes. Puede iniciar sus actividades con proyectos colaborativos en accesibilidad e integración de personas con capacidades diferentes
Finalmente, en el mes de junio se prevé la realización de un taller de Innovación Ciudadana para la sistematización de contribuciones a ser entregadas como propuestas en la Cumbre de México.
Seguiremos informando sobre el progreso de este interesante a través de nuestro blog y redes sociales. De momento, os facilitamos un informe que recoge con detalle todo el trabajo desarrollado hasta el momento, una serie de enlaces y el listado de los integrantes del equipo de Innovación Ciudadana.
#InnovaciónCiudadana: Participación digital para la transformación social by Paisaje Transversal Enlaces de interés sobre Innovación Ciudadana:
Ciudadanía 2.0 http://www.ciudadania20.org/ Blog de Innovación Ciudadana http://ciudadania20.org/innovaciudadana/ Documento de trabajo abierto y colaborativo http://ciudadania20.org/innovaciudadana/ SEGIB http://www.segib.org/
Integrantes del equipo de Innovación Ciudadana:
Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo – AECID (España) Autoridad Nacional para la Innovación Gubernamental (Panamá) Avina (América latina) Casa da Cultura Digital (Brasil) Banco Interamericano de Desarrollo – BID Corporación Andina de Fomento – CAF Comitê para a democratização da informática – CDI (Brasil) Centro de Innovación Social, ANSPE (Colombia) Ciudadanía 2.0, Secretaría General Iberoamericana ConectaKultura (México) Cultura Senda (Argentina-Venezuela) Digitel (Venezuela) Dirección General de Economía Creativa, Gobierno de Buenos Aires (Argentina) Fora do Eixo (Brasil) Fundación Democracia y Desarrollo (Chile) Fundación ProBono (Chile) Futura Media (Brasil) Gabinete Digital, Gobierno de Rio Grande do Sul (Brasil) Gobierno Abierto, Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Chile) Google (España-Portugal) Goteo (España) HSBC (América Latina) Instituto Grande Florianópolis (Brasil) Irekia, Gobierno del País Vasco (España) La Tabacalera (España) Medellín Digital, Alcaldía de Medellín (Colombia) Medialab Prado, Ayuntamiento de Madrid (España) Microsoft (Global) Odebrecht (Brasil) Paisaje Transversal (España) Participación Ciudadana, Ministerio de la Presidencia (Panamá) Secretaría de Cultura, Prefeitura de São Paulo (Brasil) SociaLab (Chile y Argentina) Somos Más (Colombia) Techo (Chile) TejeRedes (Colombia-España) Telefónica (España) Telmex (México) Unidos en Red (América Latina) Venezuela sin Límites (Venezuela) Vivero de Iniciativas Ciudadanas (España) Wikimedia (México)
Fuentes:
http://viveroiniciativasciudadanas.net/ http://www.ciudadania20.org/
Créditos de imágenes:
Imagen 1: Mural dibujado por Pataleta durante el encuentro Innovación Ciudadana de Panamá (fuente: Ciudadanía 2.0/SEGIB) Imagen 2: Logo de Innovación Ciudadana (fuente: Ciudadanía 2.0/SEGIB)
Imagen 3: Taller de trabajo presencial en São Paulo (Brasil) de Innovación Ciudadana (fuente: Ciudadanía 2.0/SEGIB)
Imagen 4: Foto de familia durante el encuentro Innovación Ciudadana de Panamá durante la XXIII Cumbre Iberoamericana (fuente: Ciudadanía 2.0/SEGIB)
[1] La innovación social y cultural se diferencian de la innovación de negocios, porque ésta última está motivada por la maximización del beneficio económico, mientras que las primeras persiguen la satisfacción de necesidades sociales y culturales, mediante vías alternativas e innovadoras para generar soluciones novedosas. [2] Sujeto que conforma un conjunto de atributos legales (titular de los derechos y deberes propios) y a la vez un miembro de la comunidad política de la que participa (Cheresky, 2006)